miércoles, noviembre 04, 2009

Cartas 231

¿Quién le dijo a usted que la Gran Fraternidad era una Religión, le tomó el pelo o lo dijo en broma? Tengo que repetírselo en serio: La Gran Fraternidad Universal está constituida con el objeto de traer a la familia Humana a la posibilidad de un entendimiento, sin predicar un nuevo culto ni canalizar los espíritus. Le dije a un Hermano listero, ¿Cree usted que la familia humana puede llegar a un entendimiento con la cantidad de religiones individualistas que andan por el mundo? De una vez le aclaro una cosa, si la Gran Fraternidad Universal estudia algunas Religiones, lo hace con el objeto de que cada quien encuentre la suya por comparación y el estudio de sus bases y no la adopte a ciegas. Todas son buenas de acuerdo con la mentalidad de ciertos Seres Humanos, y algún día, todas coincidirán en que la Vida solamente es una y se manifiesta en formas diferentes.

Si es así, vea usted cómo andamos usando bases tan amplias y universales, póngales algunas restricciones y verá donde vamos a parar.

A lo más, tendremos que seguir alguna Línea de conducta basada en el estudio de algunos Maestros que nos inspiren confianza. Dentro de las infinitas posibilidades que existen en cada quien, que a medida que vamos avanzando, se reducen hasta quedar en una sola conducta a seguir, la nuestra. Y todos podemos decir lo mismo aunque se necesiten muchos ciclos de vida para conseguirlo. Es el Tiempo, la única medida que nos da la existencia y hay Tiempo para todo, siempre que nuestra conducta sea satisfactoria para nosotros y para los demás. Forzar a otros a seguir nuestra conducta sería ridículo, limitarlos a todos a nuestras posibilidades, también. Sin embargo, podemos dar un ejemplo tangible para quienes las quieran aprovechar. Y eso es todo, compartir libremente, en ambos sentidos. Solo así se justifica la existencia de una nueva Gran Fraternidad Universal.

Todas las Religiones buscan hacer aflorar lo mejor de cada Ser Humano, no en fanatizarlo en algo que cada día se ve mejor como producto de la dispersión y de las circunstancias obligadas a que se ha visto limitado el Ser Humano. Ahora estamos en la época de sumar lo mejor que hayamos conseguido entre todos y no de imponer a otros lo nuestro. Todo es válido para su estudio y comparación con la época que fueron importantes por contribuir a la historia humana. Los medios masivos de comunicación y las facilidades para viajar y conocer a otros pueblos, nos indican claramente que la Humanidad es la misma y que su destino está ligado a una culminación parecida, donde cada individuo, manteniendo sus características individuales, puede contribuir a la riqueza de la Humanidad.

Todo nos indica que la Vida Humana es la culminación de un proceso único que, por ahora, culmina en la Consciencia. Por eso es muy conveniente adentrarnos en el estudio de cualquier manifestación humana, sin fanatizarnos en creer que es la única. Algo aprenderemos si obramos con imparcialidad. Naturalmente seguirá habiendo quienes quieran aprovechar lo que pensamos, para cambiarnos y explotarnos en su provecho. Por ejemplo Moisés, que aprovechó para unir a su pueblo mostrándole que era un elegido; los cristianos hemos hecho otro tanto y ahora no comencemos con la Gran Fraternidad Universal. Si la consciencia sirve realmente para algo es para diferenciar entre lo que piensa alguien y nosotros. A fin de cuentas la Vida es la misma y la riqueza de opiniones nos enriquece a todos. Si pretendemos seguir una Línea de pensamiento no olvidemos que hay muchas semejantes y que cada uno puede seguir la que le convenga.

Lo que pasa es que el Espíritu Humano ha llegado a un punto culminante y quiere que todos coincidamos con él, el punto donde se sintetizan todas las creencias, la gran “X” del universo – como es arriba es abajo – y nos faltan muchos datos para comprenderlo en toda su magnitud. Si nos atenemos a este sensato precepto se nos caen todas las construcciones que hemos hecho con nuestras religiones, y eso es casi terrorífico para algunas conciencias. Si sabemos que cada parte tiene su contraparte, en este plano de existencia ¿que falta nos hace el Diablo para idealizar al Mal? Lo mismo que un Dios de justicia y Amor. Lo que pasa es que no tenemos clara conciencia de lo que es una u otra cosa y pasamos de una a otra categoría del bien y del mal.
Esto de haber llegado al punto donde se sintetizan las cuatro corrientes que nos aportan lo sensorial de nuestra conciencia y la fusionan con los valores que le damos y que hemos conseguido con lo mental y racional, en lo espiritual, que no es fácil de entender, porque a cada cosa le damos un valor por sí mismo y estamos tan acostumbrados que no nos detenemos a preguntar por qué lo hacemos, si son asuntos de una misma realidad. Nos sentimos desconectados de la única realidad presente, a pesar de que sigue siendo una. Pero si nos preguntamos a dónde vamos a parar no podemos menos que respondernos, a la Quinta Posibilidad, el todo en todo, o si lo queremos llamar de otro modo podemos llamarlo Quinto Sol, como se dice que lo llamaron los Aztecas.

¿Y qué puede haber mejor que llegar a esta posibilidad? El panorama nos cambia las cosas. Pensamos, valoramos y razonamos simultáneamente en torno a la Quinta Esencia, a lo que Es, quitándole toda la apariencia que le dan categorías diferentes. Pero hay que acostumbrarse poco a poco, porque vivimos en un mundo dual y nos podemos equivocar sin dar a cada cosa su lugar. Por ejemplo, una mujer y un hombre pueden llegar hasta el plano espiritual confrontados con su dualidad, pero llegados a la Quinta Esencia ya no porque son como un sólo Ser. Antes no. Tienen que cumplir sus propios roles de hombre o de mujer. El Sexto Nivel es Cósmico. El Séptimo Absoluto. ¿De qué sirve recordar éstas cosas? Sólo para tenerlas en cuenta como una posibilidad a futuro. El todo está en TODO. Si la vida es una solamente y sus manifestaciones son variadas, en lo Universal, hay que tomarlas en cuenta. Este plano de Vida no es todo.

Sat Arhat José Marcelli Noli
www.josemarcellinoli.com

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