¿Qué significa ser Sat Arhat, y además Superior de una Orden de Iniciados, y en qué? En la Sabiduría, naturalmente. Si digo más nadie va a querer ser Sat Arhat y mucho menos Superior. Mejor me lo reservo para mí y se los iré diciendo en episodios.
Comencemos por lo de Iniciados en la Sabiduría. Suena bien ¿verdad? La realidad es que primero hay que investigar qué es la Sabiduría. Es algo relacionado con los sabios. Nos quedamos igual. ¿Qué es un sabio? Podría pedir nombres y saldría todavía más difícil encontrarles la sabiduría. Tal vez alguno no dijo nada, si acaso, sonrió. ¿Budha? Se lo pregunté a un Padre Cristiano y me contestó con otra pregunta: ¿A ese viejo panzón les ves algo de sabio? No supe qué contestarle. Ya sé, le podemos decir sabio al que no dice nada, pero da un ejemplo de paz profunda. Y hasta ahí lo dejamos, aunque una vez me preguntaron:
Dicen que el que habla no sabe, y el que no habla sí sabe, ¿usted que opina?
¿Prefiere usted que me calle para demostrarle que si sé?
Preguntando por aquí y por allá he llegado a saber cosas inimaginables, para mí, naturalmente. Bueno, íbamos en lo de Iniciados en la sabiduría. Eso me suena bien, ya que la sabiduría no tiene principio ni fin, porque siempre está cambiando y cuando creemos que ya hemos agotado el tema, salen otros cuatro o cinco temas más que no habíamos tratado. Siempre estaremos Iniciados, nunca terminados. Si acaso parecemos terminados, es solamente para quienes todavía no nos alcanzan y cuando nos alcancen ya estaremos en el siguiente episodio del mismo tema. Aunque nada es seguro. Una vez, escalando el Popocatépetl vi a tres muchachitos subiendo a duras penas que me saludaron diciéndome que allá arriba nos veríamos – están, soñando pensé –. Cuando finalmente llegué al borde del cráter los volví a ver, sentados, y se me ocurrió preguntarles con asombro ¿qué hacen ustedes ahí?
Esperándolo – me contestaron.
Tal vez por eso la meditación es para sabios. Cierran la boca y se complacen en sentirse a fondo. ¿En qué piensan? En nada. Simplemente son. ¿Qué son? Digámoslo de otro modo: Son lo que son, no pueden ser de otro modo. Si al dejar de meditar se les pregunta que saben, sonríen. Se dejaron Ser y no pueden ser más de lo son, ni menos tampoco. Entonces, ¿para qué pensar? Ese precisamente es el problema. Cuando no pensamos, sabemos, y cuando pensamos no sabemos que tanto sabemos. Luego nos enfrascamos en disputas con los que dicen que saben más que nosotros y nadie se pone de acuerdo.
Ahora, el verdadero problema es dejarse Ser. Ser uno mismo y todos los demás. ¿Cómo puede saberse si es uno mismo o todos los demás? ¿Cuál es la diferencia? Si encuentra la diferencia ya no está dejándose Ser, está pensando. La mente funciona por contraste y comparación, por causas y efectos. Todos somos diferentes y encontrar las diferencias es precisamente la función de la mente.
El cuerpo físico, material, la valoración de su proceso y la razón, se unen en la parte espiritual y son uno sólo. Pero en este proceso todo está en todo, no hay diferencias, se necesita de algo más, la suma de los tres procesos que se resuelven en la Cuarta posibilidad. Entonces entra en acción el Mantra que les da el paso al Ser o el todo en Todo, AUM TAT SAT.
No es fácil explicar qué es el Ser, aparte de decir que es todo, es otra dimensión. Las sensibilidades son diferentes, van de los elementos químicos que se agrupan para ser, precisamente, elementos químicos. Lo único que los une es su aspiración a tener más energía. Por eso giran en torno a un Sol que es fuente de energía. Esto mismo los hace tomar una forma vegetal que varía hasta convertirse en Instinto, y de ahí a los animales hasta que adquieren razón y se vuelven Seres Humanos. Son Seres Humanos porque se encuentran a la mitad de la trayectoria lo cual les da la oportunidad de fundirse en la quinta posibilidad para integrarse a lo Cósmico.
¿De qué estamos hablando? Dice un axioma hermético, como es arriba es abajo. ¿Estamos hablando de arriba o de abajo? De los dos. Entonces ¿como sabemos dónde es arriba y dónde es abajo? Hacia abajo hay fuerza, así, a secas, hacia arriba hay posibilidades de Ser ¿De ser qué? De lo que quieras Ser. ¿Y hacia los lados? Lo mismo en círculos cada vez más amplios, hasta que te cansas y vuelves a la realidad ¿Hacia cuál? A esta, no hay otra, para ti al menos. ¿Eso es todo? Sí y hasta le encuentras sentido. ¿Qué sentido? Sentido humorístico. Te divierte cómo hay gente que se afana en aparentar los que no es, y la carga que eso significa para los resultados que gana. Cuando te cansas de tanta diversión, meditas, vuelves a ser tú mismo, incluyendo a todos los demás y como no hay diferencias no hay por qué preocuparse.
Entonces la panacea es la meditación. Lo malo es que la meditación no se pude realizar mientras uno está haciendo lo que necesita, y estar concentrado en lo que hace para producir algo, digamos comestible. De otro modo hay que recurrir a la Lotha, cuenco para pedir agua o comida a cambio de bendiciones. Bueno, hay que meditar y hacer, para poder producir. Lo malo es que queremos producir, o hacer producir a otros para que no nos falte nada y volvemos a caer en la trampa, a menos que los tramposos seamos nosotros y eso es una trampa peor. Bueno, digamos que necesitamos un poco de cada cosa, sin exagerar.
En eso está la vida sana y en eso consiste vivir con sabiduría. No dejarse sonsacar por ambiciones desmedidas, o por las ambiciones de otros que se sienten llamados a figurar en cosas que no son. Pero vayamos con calma. Lo más que podemos dar es un ejemplo de sabiduría para el que quiera tomarlo. Pero si meditamos un poquito cada día, nuestras máximas ambiciones se expresarán en una sonrisa, porque es infinita la bondad del Ser, ignorando que somos bellos, aunque nos conformemos con el simple hecho de tener cosas que nos dan la ilusión de Ser.
Sat Arhat José Marcelli Noli
www.redgfu.net/jmn
Descargar versión word (doc) de este documento.
Descargar versión acrobat reader (pdf) de este documento.
miércoles, septiembre 23, 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario