miércoles, agosto 19, 2009

Cartas 218

Este juego de siete dimensiones donde nos encontramos nos llevará toda la vida – un parpadeo en la eternidad – decía Don José Manuel Estrada, el Maestro, si lo comparamos con los tiempos siderales a dónde nos dirigimos, y una verdadera eternidad si la comparamos con el microcosmos de donde parecemos provenir.

El caso es que estamos, en esta Realidad, como la llamamos, para ser precisos en el cuarto nivel, en el campo espiritual de la Fe, confiando en que si llegamos hasta aquí lograremos encontrar la salida ¿hacia dónde? A donde quiera que vayamos, pues somos hombres y mujeres y confiamos en que quien nos metió en esto que llamamos la Vida nos sacará de aquí.

Si observamos, hemos llegado a la Quinta Posibilidad, quinta esencia, o como queramos llamarla, la cual nos llevará a la Sexta Posibilidad, lo Cósmico y nos hará conscientes del ser en todo – la gran incógnita – pero si somos Hombres y Mujeres de Fe tenemos a un Ser Supremo, presente en el cielo en la tierra y en todo lugar; ÉL está en todo, ¿dónde quedamos nosotros?

Sin embargo la pregunta queda en pié y dejamos la respuesta al Gurú, aunque no existan palabras para decirla, pero si buenos modos para darla a luz y recibirla.

Una comunidad de estudiantes de Iniciación debe de significarse por ser una comunidad de gente con buenos modales, respeto, preguntas bien intencionadas, y un auténtico anhelo de saber. Los insultos, las preguntas capciosas y el poner por encima de todos al supuesto guía del quien hace la pregunta, pertenecen a otro orden. Lo mismo que dar oportunidad a que todos se enfrasquen en peleas para exhibirse ante la sociedad para mantener los intereses obscuros que se encuentran detrás de ellos. Desgraciadamente, es lo que pasa en la Iniciación Real.

Y es poco lo que puede hacerse en la primera etapa en que nos encontramos, como no sea dar un ejemplo de imparcialidad y de servicios impersonales, sin obligar a nadie a aceptarlos, sobre todo porque los maravillosos medios de comunicación están abiertos para todos. Tendremos que reeducarnos en este sentido sin escandalizar a nadie. Por otra parte, tenemos la oportunidad de comunicarnos directamente con los Maestros como nunca antes la tuvimos. Si por algo se considera a la Era de Acuarius, una Era de Luz, es por las comunicaciones que tenemos a través de ella.

Hemos pasado por las etapas de comunicación sensorial, valorativa y racional para llegar a la comunicación espiritual donde estos cuatro aspectos aportados por nuestro cuerpo material pueden conjugarse en el Ser, en todo y en todo lugar. Es la etapa en que se encuentran los Gurúes, los disipadores de tinieblas, que para su propio bien quieren darnos Luz y alcanzar la ayuda que les ofrecen los Discípulos Elevados que, a su vez están pendientes del plano cósmico que les pueden aportar los Maestros, los Sat Arhat, para completar el septenario en que se encuentran comprometidos, con la ayuda de los Sat Gurúes, hablando en el lenguaje del Yoga que se encuentra en boga, pero que puede traducirse a diferentes líneas guardando las equivalencias.

Debemos dedicar especial cuidado al lenguaje que hablamos, despojándolo de ambigüedades y de presiones personales para dejarlo fluir en forma natural, expresando lo que deseamos saber sin que nuestro destinatario esté obligado a respondernos. Dentro de las posibilidades del lenguaje se encuentran las pausas para hacernos algo evidente que no hemos querido ver, especialmente en el terreno de lo visceral, o simplemente intelectual para no hablar de lo metafísico.
No es nada fácil ser moderador de un grupo bien intencionado. Además de neutralizar a los que andan en busca de direcciones de correo para venderlas a los que tienen intereses comerciales, sectarios o políticos, se tiene que luchar porque los propios miembros del grupo no saquen a relucir sus intereses personales que viven agazapados en su interior, mientras adoptan beatíficas posiciones en su lenguaje al dirigirse a tal o cual personaje de cuyos favores quieren beneficiarse. Y en las respuestas de esos mismos personajes que dan las pautas para ver si es conveniente lo que proponen para una auténtica realización. En fin, nos encontramos frente al mundo con sus luces y sus sombras hábilmente disfrazadas de Luz.

Mientras la condición misma de los hombres y de las mujeres no cambie no ha cambiado nada. Seguimos agrandando nuestro mundo con posibilidades científicas y técnicas a las que hacen falta las posibilidades de Ser, de serlo todo, y dejar en su propio nivel lo que no es de nosotros. Pero tampoco nos hagamos la ilusión que ya lo trascendimos, nos sigue perteneciendo eso en sus propios niveles; lo único que podemos es superarlo y abrirnos a niveles de comprensión más elevados. Es esto sobre lo que se insiste mucho, en elevar nuestro estado de consciencia.
Y así iremos encontrado formas de vivir más de acuerdo con nuestras facultades y posibilidades.

Pero no nos hagamos la ilusión de que hemos abandonado a lo que nos limitaba pues todo ello está en nuestro pasado haciendo gravitar el equilibrio de nuestros nuevos alcances. O sea que no nos podemos liberar totalmente de nuestro pasado, lo llevaremos con nosotros. Lo mejor es seguir avanzando y dejarlo que vaya mejorando hasta que integre totalmente a nuestro Ser. Está, y sigue estando en lo que ya vivimos, hasta que los límites de nuestras sombras y de nuestras luces se diluyan.

La Sagrada Tradición de los Iniciados Reales abarca todo, como un todo – el Universo – y cuando se acepta hay posibilidades de iniciarse, de ser un Iniciado Real. Debe tomarse en cuenta de que nada puede ser eliminado de nada, pero puede ser superado subiendo el nivel de nuestra consciencia hasta alcanzar la iluminación. ¿En qué? Pues en todo y sin considerar hasta dónde sí y hasta dónde no. Entender la Vida en su totalidad, con Luz y con Sombra.

Ser Iniciado es una decisión que tarde o temprano debemos de tomar, de aceptar la Vida tal como es para movernos dentro de ella por derecho propio, dando lo mejor de ella para quienes lo necesitan y obteniendo de ella lo que nos corresponde, de acuerdo con la conciencia que tengamos, hasta darnos cuenta de que toda la Vida nos pertenece y debemos hacer de ella algo digno para un nosotros sin excluir a los demás.

Todo llega a su tiempo, no hay ninguna prisa. Quien está apegado a algo tiene prisa, quien Inicia en la sabiduría no la tiene. Hay que saber esperar y pasarla bien, disfrutando de las cosas brillantes y obscuras. Porque todo tiene sentido. Se aprende de lo obscuro y de lo que consideramos Luz, una cosa sin la otra no se dan. Somos Luz y sombra y debemos aceptarlas a las dos para ser Iniciados en la Luz, que para entonces ya no es Luz sino la primera etapa del Séptimo Sol que ya es de otra dimensión.

Sat Arhat José Marcelli Noli
www.redgfu.net/jmn

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