lunes, mayo 18, 2009

Cartas 204

Vivimos en dos mundos, el de la Realidad y el de la Verdad, el de lo Humano y el del Ser. Todavía no hemos encontrado una conciencia que los ligue a los dos hasta que la Realidad y la Verdad sean una sola. Cuando esto ocurra habremos cumplido nuestra estadía en esta dimensión solar.

La Realidad es que estamos aquí y ahora – tiempo y espacio – y no podemos renunciar a ninguno de los dos. Sin Tiempo no hay Espacio y sin Espacio no hay Tiempo. Y nuestra vida necesita de los dos para tener una noción del mundo donde nos encontramos para adquirir una experiencia que llegue hasta nuestra memoria. Esta experiencia es acumulable. Se refleja en su paso por el mundo en ciclos de nacimiento, crecimiento y muerte. Por eso los Budhistas dicen que es un paso doloroso para alcanzar el Nirvana y nos recomiendan la Meditación para aquietar la mente y sufrir menos. El Nirvana es el estado de Ser sin condiciones.

Todas las Religiones nos prometen algo parecido por la fe en algo superior a lo que tenemos, que a fin de cuentas es el Ser. Por eso las religiones nos religan a la fuente de modos diferentes y parecidos, y nos dan medios morales para encontrarla. En la mecánica natural del Universo, primero nos da la sensación de las cosas y luego su valoración moral para después razonarlas y descubrir las Leyes que les dan razón de ser. Mediante esta síntesis, adoptamos una actitud espiritual que es el principio de la religión.

Más adelante comienza la Iniciación con la comprensión de que toda la Realidad está en síntesis, en un quinto aspecto que se adquiere por la consciencia de la unidad dentro de la diversidad. Sólo entonces adquiere sentido el Mantra AUM TAT SAT – Yo Soy Tú Mismo – que se dice con cierta facilidad, pero implica un peso enorme para quien no se ha preparado adecuadamente.

Entonces el individuo es un Iniciado, no un terminado y se espera de él una actitud congruente con su nuevo estado de consciencia. Su pensamiento debe de aceptar como normal todo lo que sucede en la Naturaleza sin imponerle criterios particulares. Lo único que se espera de él, es que sea un promotor consciente de las cosas que mejoren el proceso de la vida Universal, sin excluir a nadie, porque al excluir a cualquiera, se excluye a él mismo. Tampoco se puede beneficiar con la conducta de nadie, pues se coloca al margen del proceso general. No se puede arrogar ninguna preeminencia por legítima que parezca.

Sin embargo, debido a su integridad, la Humanidad le reconoce cierta Jerarquía para ocupar un lugar que representa la Línea a través de la cual el proceso general se dirige hacia su realización por lo menos en la dimensión donde se desarrolla la Vida en esta dimensión solar donde nos encontramos.

Esto nos hace pensar que nuestro caso no es único en el Universo. Nos encontramos en un micro cosmos que no es otra cosa que la contraparte de un macro cosmos que se encuentra por encima de nosotros, lo cual nos coloca en medio de dos micro cosmos que ponen hacia abajo el infinito, según nuestros medios de interpretación, de átomos que giran en torno a un centro que les es común a todos ellos, o sea el Sol, o causa primera, desde donde emerge la condición Humana, pasando por los átomos que forman los elementos químicos que al combinarse dan lugar a la manifestación de cadenas que se nos manifiestan como materia y la materia que se combina en elementos que inician la Vida Vegetal, que se proyectan ya hacia el macro cosmos elevándose hacia el Sol.

Todo esto se encuentra en el interior de nuestro micro cosmos Humano, pasando por la etapa animal, la de los instintos que conducen a la valoración moral y mental de cuanto nos rodea y nos da la opción de resumirla en una síntesis espiritual que a su vez es el concepto de la unidad de la Realidad en una sola verdad.
En el interior de nuestros átomos microcósmicos no hay nada tangible, es vacio y solo nos encontramos que es energía, que gira en torno a su propio centro que también es vacío. ¿Qué queda? Vacío. ¿Y del vacío que queda? El vacío del Ser sin límites, que está conociendo su posibilidades de Ser en el mundo de la Realidad, que se resume en una sola Verdad que es el propio Ser.

¿Esto quiere decir que los Iniciados son ateos? No.

Los Iniciados creemos en un Linaje, en una línea de conducta a seguir, de acuerdo con los Maestros que solamente son Iniciados en un Linaje que no excluye a nadie, pues consideran que todos los Iniciados tienen un origen y un fin que les son comunes. Pero no excluyen a nadie, así se trate de iniciados que llaman Brujos despectivamente los religiosos, ni excluyen a ningún Ser por superior que parezca. Todos tienen un lugar en la Realidad y son partes fragmentarias de la única Verdad.

Lo que conviene aclarar desde ahora, es que hay iniciados que son la contraparte de los Iniciados que trabajan por encima de lo humano y son los que producen el balanceo de la Realidad, entre lo que llamamos bueno y lo malo, que buscan un centro común. Pero a fin de cuentas todos andamos luchando por lo mismo, unos antes y otros después. Todos somos hijos del Sol del macro cosmos y del Sol micro cosmos, de un solo Sol.

Todos reconocemos que hay algo que brilla en el loto de nuestros corazones, como insinúa el Mantra: AUM MANI PADME HUM.

¿Qué tanto nos falta para ponernos de acuerdo?

Cuando podamos al fin estar de acuerdo en esta dimensión planetaria, algunos ya estarán en la que sigue, que para nosotros es Celestial o Nirvánica. Así que, por ahora dediquemos nuestro esfuerzo en esta dimensión y tratemos de ser felices aquí y ahora, en Tiempo y Espacio que contiene todo lo que necesitamos… por ahora.

Sat Arhat José Marcelli Noli
www.redgfu.net/jmn

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