viernes, mayo 01, 2009

Cartas 203

Miremos hacia delante. Dejemos atrás la imagen que un día nos pidió que la miráramos con la esperanza de sufrir un poco menos para obtener la salvación. ¿De qué? De algo que está dentro de nosotros mismos. Y dentro de nosotros mismos ¿qué hay? Hasta donde sabemos, hay un micro cosmos, es decir, átomos girando en torno a un eje común que es el Sol, lo mismo que en el macro cosmos. Y dentro de los átomos ¿qué? Vacío, un vacío que avanza en busca de nuevos Soles. ¿Para qué? para cumplir la misión de reunirlos a todos en un sólo Sol. Démosle aliento a esa fuerza y sigamos adelante. Nos falta mucho para cumplir lo que nos exige para ser un poco más felices, más seguros de nuestro destino.

No es una misión fácil. Primero necesitamos aceptar que nuestros objetivos son similares, es decir, que todos participamos en un proyecto común, donde nuestra contribución es positiva para algo mejor, que es importante para todos. Que vivimos, hasta hoy, en una realidad donde todo es diverso, pero todo se encamina hacia algo mejor que llamamos la Verdad. La Realidad en busca de su Verdad.

El problema que se aparece de pronto es que cada quien cree que tiene la Verdad y cada verdad es diferente, porque se atiene a la fe. Entonces tratamos que todos tengan la misma fe y echamos a perder todo defendiendo nuestra fe. Así hemos tardado dos mil años en ponernos de acuerdo sin conseguirlo. La experiencia nos debe conducir a un camino diferente; por ejemplo, el de la Consciencia de acuerdo con la tónica que nos marca el cosmos, desde dentro, que coincide totalmente con el macro cosmos del Aquarius, del Saber, o sea que lo que no conseguimos por la Fe lo podemos conseguir por la Consciencia.

Este don de la Consciencia es algo que tenemos que adquirir, es decir, que es producto de nuestra propia voluntad. De otro modo no pasamos de actuar instintivamente con nuestra experiencia animal. Y no es que adquirir instintos sea inferior, por el contrario, necesitamos de nuestra experiencia animal, pero necesitamos ser superados por la Consciencia Humana. Entonces, con base en la experiencia animal tenemos que construir nuestra Consciencia Humana, equilibrando a voluntad nuestros instintos y sujetándolos con nuestra Consciencia, con nuestra capacidad de conocer.

La Consciencia es un resumen de las experiencias acumuladas desde los principios de nuestra naturaleza humana. Desde la etapa de la combinación de elementos químicos que al combinarse formaron una conciencia que los hizo tomar el camino para acercarnos al Sol por medio del crecimiento y a través de innumerables experiencias que desembocaron en ser animales y que ahora nos demandan mayor campo para esta cualidad. Algo que desde el principio estuvo en nosotros y ahora nos demanda más amplitud para reunir sus experiencias, dentro una síntesis espiritual que la eleva de nivel y le permite actuar en niveles más amplios y eficientes, como el del todo en Todo, en la realidad que busca su Verdad.

La Consciencia Humana actúa como objeto y sujeto de sí misma y sus posibilidades de autoengaño son muchas. Necesita un punto de referencia que le haga corroborar sus posibilidades, primero por medio de sus padres – en especial de su madre – y después de sus Maestros. Llegada a la mayoría de edad – cosa mínima que veintiún años, siete para lo sensorial, siete para lo valorativo y siete para lo intelectual – que necesita un nuevo Maestro para resumir todo lo ya adquirido y proyectarlo hacia niveles más amplios. Entonces comienza la posibilidad de la Iniciación en lo Sagrado, de lo que es una experiencia personal. Todo lo que el padre y la madre nos aportaron, además de nuestros Maestros, para llegar al Gran Misterio de sí mismo, como síntesis de la Realidad convertida en Verdad.

El Todo en todo. Macro cosmos y micro cosmos, y en medio de los dos, el Ser Humano, como síntesis de ambos. Esto requiere un nuevo lenguaje para seguir dialogando entre el macro cosmos y el micro cosmos. Algo parecido a la poesía, pero que va mucho más allá de la razón y a decir lo que el Ser Humano calla por necesidad:

Dice la voz de la Luz
Que abre las puertas del Ser
Que el Verbo se hizo carne
Y habita entre nosotros
Lleno de gracia y de bondad…


No la Poesía sentimental, sino la Poesía natural:

Mirad los Lirios del campo
Que no tejen ni hilan
Y ni Salomón vistió mejores galas que ellos…


Las Pulsaciones de la Luz, en el lenguaje de la Mecánica cuántica. Para llegar a esta percepción hay que hacer prácticas de Yoga, Artes Marciales, Gimnasia Psicofísica, por decir algo sobre la salud, sensorial, valorativa e intelectual, antes de hacer una síntesis espiritual, hasta llegar a un lenguaje cósmico:

Reverencio a la Luz que brilla en el loto de mi corazón.

Y continúa hacia un lenguaje total: ¡Yo soy Tú mismo!

Sat Arhat José Marcelli Noli
www.redgfu.net/jmn

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