Para dar lugar a que exista una Orden de Iniciación Real se necesita que haya una etapa de preparación previa que solamente puede darse en una Fraternidad Universal, con todos los organismos necesarios para cumplir su función y conseguir relaciones fraternales y sentido de lo universal.
En la Fraternidad Universal se puede comenzar por la autodisciplina, abriendo Centros dedicados a esta función para toda clase de gente, sin distinción de raza, credo, sexo o color y sin distingos debidos a su posición social; centros, por ejemplo, de Yoga, de Artes Marciales, de Cábala, de Astrología y en general, de cualquier autodisciplina, dedicada a desarrollar el sentido de lo espiritual como síntesis de la naturaleza humana.
En la medida que estos centros cumplan su labor la gente estará preparada para investigar otros aspectos más elevados que convergen en lo espiritual, que es el medio que necesita el Ser para conocerse a sí mismo. Después de esto, debe de cumplirse la segunda etapa que es la Iniciación Real para que culmine en lo Sagrado.
Estos son procesos que requieren de un Ser Prototípico que se muestre por sí mismo como fundador de Una Fraternidad Universal y que se muestre digno de ella para que inspire a sus Discípulos a seguir su ejemplo. Luego de entre sus Discípulos, él tiene que elegir a uno que en su representación genere un modelo para el futuro, donde pueda intentarse la creación de un nuevo tipo de Ser Humano que de fe de que se puede intentar, por su desarrollo integral como Humano y posteriormente por su experiencia de lo Sagrado.
Entonces aparece la figura del Maestro como guía de la Iniciación Real. Esta figura es indispensable para tener un ejemplo, pues él encarna todo el proceso de la Institución, como Gran Fraternidad Universal y como Orden.
¿En que se fundamenta todo esto?
En la naturaleza del Ser Humano.
Hasta donde nos alcanza nuestra escasa memoria el Ser Humano es producto de un proceso de dispersión de algo que comenzó en el tiempo proveniente de una etapa anterior y se abrió para buscarse a sí mismo en una dimensión más elevada; de algo constante en busca de algo más amplio para desarrollar nuevas facultades de conocimiento de sí mismo, con todas sus consecuencias de acierto y de error.
Ese Algo podemos llamarlo elementos químicos en busca de concretización en alguna forma de espacio, que en principio, podemos llamar la Luz. De pulsación de algo que sale y regresa al lugar de partida, donde asimila lo que encontró en su trayectoria; y crece, y fomenta nuevas experiencias, en una especie de crecimiento instintivo, que va buscando otras experiencias y aumenta su conocimiento de todas sus posibilidades hasta que llega a su tope, como sustancia, y entonces busca su asociación con combinaciones afines que le hacen más amplia su conciencia, hasta que desemboca en una cadena de elementos que da lugar a un micro organismo. Y así sigue su conocimiento a través de las plantas, los animales en sus muy diversas especies y finalmente desemboca en algo que ahora llamamos la Mujer y el Hombre, donde sigue la misma etapa de experimentación por pulsación.
Dentro de esta nueva etapa, hay hombres que asimilan mejor el proceso histórico de su especie y descubren nuevas posibilidades, dentro de muy diversas tónicas, y las proponen al Ser Humano como medios para hacer más efectivo el conocimiento de sí mismo y las proponen como vías de Iniciación Real, o de reiniciación, en una nueva Realidad, que promete ser más especializada en su eterna búsqueda. Por ejemplo, para no ir mucho más allá en el Tiempo, en la época de Aries, hace a unos seis mil años de distancia, Ramsés el Grande propuso la Ley de Maath, de la justicia perfecta, no sólo para avanzar en la búsqueda, sino para poder sobrevivir, y Moisés la adaptó con la afirmación sobre su prevalencia con los demás, obteniendo muy buenos resultados, en contra de la evolución natural, lo cual ha hecho sufrir mucho a quienes trataron de hacerla prevaler en tiempos modernos.
Después, Jesús el Cristo, la actualizó con las características de Piscis, para avanzar con la consigna de Creer, que es la palabra de Piscis, creando un avance bastante doloroso durante su época cuyos efectos llegan hasta nuestros días ya dentro de la tónica del Saber, la palabra de Acuarius, hablando astrológicamente, donde la verdadera búsqueda se enfoca bajo la palabra de la Cons-Ciencia.
Así, nos encontramos hoy dentro de una Gran Fraternidad Universal, que sin excluir a nadie, pide a cualquiera que lo desee, actualizarse como humano en cualquiera de las autodisciplinas que mejoran lo instintivo, lo sentimental y la propia mente a fin de estar listos para adquirir Cons-Ciencia.
En efecto, vemos que todo avanza en esa dirección de auto consciencia. La Ciencia, el Arte, los Instintos, todo, en forma alternativa. Lo que es característico de una época determinada se transforma en complemento de la cultura de la misma época en otra parte. Por ejemplo, las Artes Marciales característica del Antiguo Oriente – prepararse para no pelear – se hace ahora práctica para los occidentales, mientras la producción en serie – característica del occidente – se vuelve muy productiva para los pueblos asiáticos. Lo mismo sucede con las características del Hombre con respecto a la Mujer. Lo que es característico de uno se torna complementario del otro en la siguiente Era Cósmica, sin que quiera decir que se transforme el papel que cada quien tiene en la Realidad polarizada donde ambos existimos.
Todo esto hay que meditarlo – hay que aprender a meditar, característica Oriental – para tomar consciencia de la Nueva Era que estamos viviendo en el Occidente; lo mismo que hay que aprender a pensar – característica occidental – para aprovechar el momento que se vive. Nunca como ahora hay tantas características complementarias y medios a nuestro alcance para ponerlas en práctica y entender cómo funciona nuestro mundo. Basta ver cómo se han puesto de acuerdo nuestros Gag Pa con los Gelong, sobre un asunto que les preocupa para darse cuenta.
El Doctor Serge Raynaud de la Ferriere dejó todo esto implícito en sus mensajes a varios años de distancia de los días en que vivimos. Sus Discípulos debemos leerlo para no engañarnos con novedades que fueron en otros tiempos y que ahora sólo son argumentos para ceder a las antiguas tradiciones de la Humanidad, la pelea. Menos mal para quien está bien enterado: sabe que somos eternos y podemos comenzar de nuevo.
Sat Arhat José Marcelli Noli
www.redgfu.net/jmn
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viernes, marzo 13, 2009
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