jueves, diciembre 18, 2008

Cartas 183

Uno de los aspectos positivos de una crisis es que indica la necesidad de un cambio y nuestra época está saturada de crisis. Dentro de tanta crisis se perfila cada vez más fuerte la necesidad de la consciencia individual porque los sistemas más o menos masivos están fallando. Pero sucede que somos individuos, que cada uno piensa diferente y espera que alguien le resuelva sus crisis. Bueno, en la Iniciación también estamos en crisis. Queremos que nuestros métodos de desarrollo de la consciencia se resuelvan con base en la adquisición de Grados más Altos, llevados por el sistema de producción y de consumo, a pesar de que nuestro intento tiene la base común de beneficiarnos a nosotros mismos elevando la conciencia de los demás. Es decir, que estamos atrapados por nuestros propios métodos.

¿Cómo se produce la consciencia? Digamos que por la acumulación equitativa de experiencias de nuestra cuerpo físico, lo cual implica cierta dosis de conciencia moral, más razonamientos que, en conjunto, repercuten en nuestra conciencia espiritual y toman la decisión, digo, en el caso de que nuestra conciencia este centrada en un cuerpo sano. O sea que, lo primero es tener un cuerpo sano integralmente. Este es nuestro sistema, la consciencia necesita desarrollarse a partir de un cuerpo sano. De otro modo sólo desarrollaremos la conciencia unilateralmente, lo cual puede ser contraproducente.

Salud y conciencia, ese es nuestro lema. A partir de esto obtenemos resultados propios para un Iniciado. Dar y recibir, compartir, una conciencia que actúe en un grupo de individuos. Y eso requiere más que de buenos deseos. Requiere de una RedGFU, como le llamamos a nuestra Gran Fraternidad Universal, una Institución fundada por Iniciados, lo cual requiere de tiempo de preparación, primero en una institución abierta al público en general donde el objetivo principal es la salud, por medio de la alimentación, el ejercicio, los buenos hábitos y propósitos de servir a otros Seres Humanos para ayudarse a sí mismo.

Después de un tiempo, que puede durar el resto de una vida o unos pocos días, viene la preparación para la Iniciación en la Realidad y van apareciendo los Grados de Conciencia. Aquí entramos en la relatividad de los Grados. Depende de quien los reconozca y las intenciones que tenga al reconocerlos. Cuando se trata de un grupo pequeño de Iniciados Reales dedicados a una misión específicamente delimitada, resulta fácil, pero cuando se trata de formar un grupo dedicado a trabajar con toda clase de Seres Humanos resulta muy complicado, como es nuestro caso. Además priva en nuestros medios la consigna del máximo provecho con el menor esfuerzo, y de producir para consumir. Eso se ha reflejado en la obtención de Grados cada más vez más altos, comenzando por los más altos. Sin embargo, a medida que se van reflejando objetivamente los requisitos de una Nueva Iniciación para la llamada Nueva Era, se van dejando ver las necesidades que debe de atender un Iniciado Real, se van reduciendo las posibilidades de que sea un movimiento masivo para la obtención de Grados.

Desde luego, el Primer Discípulo del Maestre de la Ferriere tuvo esto en cuenta y recomendó que se establecieran primero las bases de una Gran Fraternidad Universal, aclarando de paso en qué consistía lo universal – las Fraternidades que ya estaban establecidas – y el papel de los nuevos Iniciados en la formación de Discípulos en lo Real y en lo Sagrado, pero no tuvo suficiente tiempo para evitar que algunos de sus discípulos tomaran el camino fácil que consiste en regalar los grados para darse prestigio.

Sin embargo, el proceso mismo de la Nueva Era va marcando sus pautas a seguir. En primer lugar no se trata de afirmar al individuo como en Aries, con su Yo Soy; o de darle fe, como en Piscis, para que tuviera un rumbo a seguir, sino de Saber, característica de Acuarius. Así que hay una tendencia al Saber muy caracterizada ahora, lo cual necesita ser encauzada correctamente, pues la propia tendencia hace al individuo autosuficiente y lo aísla del saber que tradicionalmente va consiguiendo la Humanidad.

Aquí es donde reaparece la figura del Maestro Tradicional, como ejemplo de lo que enseña, no simplemente la del preceptor que predica sin comprometerse, y a la cual estamos mal acostumbrados por la etapa religiosa de Piscis. Necesitamos Maestros formados con base en experiencias vividas en carne propia, de gente que sepa los alcances de lo que enseña y que esté dispuesta a sostenerlo sin corromperse. Un verdadero apostolado, en el buen sentido de esta palabra. A fin de cuentas, el primer beneficiario es el propio Maestro ya que su Maestría se revierte hacia él y lo hace ejemplar, un individuo de confianza.

Así, es largo el camino a seguir para formar a estos Maestros y es ahí donde la Iniciación en la Realidad es indispensable, como una etapa previa para la Iniciación en lo Sagrado.

Primero hay que fundar un Fraternidad Universal, sin eufemismos ni razones sentimentales que puedan desviar las verdaderas intenciones de sus candidatos, y hacer participar a todos compartiendo experiencia con base en la salud respaldada con la conciencia, lo cual es suficiente para muchos sin mayores alcances, sobre bases universales. Luego hay que observar muy atentamente a los que sí necesitan de algo más para seleccionarlos por medio de Grupos de Yamines, de aspirantes a la Sabiduría, dejándolos que se entusiasmen con esoterismos y demás fragmentos del verdadero Saber hasta ver cuáles son sus límites. Una vez que se conozcan éstos, si conviene, hay que dejarlos en la Fraternidad Universal disfrutando de la compañía de hombres verdaderamente sabios, para cuando estén preparados para intentar la Maestría.

A los que muestran necesidad con sus alcances hay que elevarlos a los Grupos de Medio Gegnián donde tendrán más medios de conocimientos y disciplinas con lo que se sentirán satisfechos. A unos pocos se le pasará al Gegnián donde comienza la preparación para el Primer Grado de Iniciación Real, en la Realidad, donde los contrastes les permitirán un manejo experimental de la Realidad donde pueden comenzar a probar su Maestría durante todo el tiempo que sea necesaria. Por eso se ha dicho que toda la Humanidad tiene que alcanzar su Iniciación en la Realidad del Primer Grado en la Nueva Era.

A los que sobrepasen esta etapa inicial serán admitidos en segundo Grado, el de Gag Pa, donde se espera actos más acordes con la Maestría y serán los propios Gelong, el tercer Grado, quienes los propongan para ser ascendidos, previa la aceptación de los Gurús y la venia de los Sat Chellah. La de los propios Gurús y Sat Chellah solo será acordada por los Sat Arhat, en cónclave, con la venía de toda la Jerarquía y los elementos heterogéneos que se van formando dentro del sistema con tendencia al poder de decidir cuáles a su entender deben de tener Grados mayores.

Como puede verse es largo el camino a recorrer y conviene ir dando pautas para la obtención de Grados.

Sat Arhat José Marcelli Noli
www.redgfu.net/jmn

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