sábado, octubre 25, 2008

Cartas 166

Hagamos un poco de historia, sin pretender cambiar la historia.

Según nos cuentan los que no están terminados, los Iniciados, nuestro Sol y sus planetas pasan periódicamente por zonas donde hay estrellas de primera magnitud mucho más grandes que nuestro Sol y reciben su influencia, produciendo grandes culturas. Los datos son legendarios y poco confiables. Sin embargo, hay algunos datos históricos, más o menos confiables, que nos hablan del paso del Sol por la zona de Taurus donde destacaron algunas culturas en lo que ahora conocemos como América, China, India y Egipto. Entre lo más significativo destaca la equidad, entre hombres y mujeres, y su consiguiente adelanto cultural.

Como todo en la Realidad, estas situaciones cambiaron y dieron paso, alternativamente, a culturas que favorecieron más a los hombres o a las mujeres. Al salir de la influencia de Taurus, el Sol recibió la influencia de Aries, típicamente masculina, y la mujer ocupó un segundo término llegando, en ocasiones, a transformarse en botín para los guerreros. En Piscis y su contraparte, Virgo, la balanza se inclinó a favor de las mujeres, pero el poder no les fue cedido por los hombres, sino que se recalcó la condición de la mujer virgen y se calificó de prostitutas a personas con alta sabiduría, como se comienza a ver en la actualidad con la compañera del Avatar de Piscis y muchas otras

El caso es que ahora al entrar en Acuarius, otra zona con estrellas de Primera Magnitud, se aprecia un nuevo esfuerzo de la mujer en busca de equidad para llegar a las esferas de la auténtica Iniciación, pasando, como es natural, por los ámbitos intelectuales, políticos y religiosos. Es decir, que la mujer aspira a tener oportunidad de intentar la trascendencia abiertamente, ya que, de todos modos, a veces la ha intentado con éxito.

Para poder entender esta aspiración, hay que remontarse a las épocas donde ha imperado la equidad, como por ejemplo en el antiguo Egipto donde, bajo la Ley de Maath, se reconocían iguales derechos a las mujeres y a los hombres, sin perder sus características distintivas. Las mujeres cumplían su misión de preservar la vida con un maravilloso poder de atracción que es capaz de llegar al Sacrificio, al Oficio de lo Sagrado, que consiste en limitar lo que pertenece a la Verdad de Ser para limitarlo a una forma y a una existencia, en relación-a su contraparte, o sea, a la Realidad, a la relatividad. Las Antiguas Religiones nunca lo olvidaron, por más que se adaptaron a sus necesidades de poder político y aparentemente lo olvidaron.

Volviendo a la época de Taurus, resulta que el T´ai, lo Supremo, es Unidad Pura y solamente se puede comparar consigo misma emanado, de sí misma, dos fuerzas que, en suma son una: Yang y Yin. Esta es la base de los Trigramas y de los ocho Kowas de Fo-Hi. Por extensión, las Joyas más preciosas de la familia eran la Anciana y el Anciano Sabios y Literatos, que podían transmitir su experiencia a las nuevas generaciones.

En la India el concepto era cósmico y no menos funcional. Brahaman era el Creador, Shiva el Transformador y Vishnú el Conservador, formando la Trimurthi que se manifestaban a través de tres Gunas: Tamas, Rajas y Satwa. Esto dio lugar a un aspecto de su filosofía que se revela escandalosamente para los Cristianos en bajo relieves eróticos, en la decoración de algunos Santuarios. De paso, hay que decir que tanto a los Antiguos Chinos como a los Hindúes se les olvidó el sentido de la Trimurthi y los Trigramas y produjeron lo que ahora se llama una gran explosión demográfica.

En Egipto tuvo lugar una cultura Iniciática atribuida simbólicamente a Hermes Trimegisto donde la mujer ocupaba un lugar importante dentro de sus funciones de conservadora de la vida. Además de aparecer con su atributos femeninos sostiene en sus manos una esmeralda que simboliza la fotosíntesis, el principio de la vida orgánica, y está dotada de alas propias, es decir de capacidad de elevarse hacia la trascendencia. En la Realidad sus funciones de conservadora de la vida estaban asociadas con sus extraordinarias dotes intuitivas.

En lo que hoy es América los conceptos cósmicos y sociales estuvieron entretejidos, especialmente en la Cultura Tolteca, la de los Iniciados que adoptaron el símbolo de la Serpiente que vuela, Quetzalcóatl, y de Quetzalpalótl, la que vuela con las alas de mariposa. “Estos Toltecas eran verdaderamente sabios – dijeron los Aztecas – sabían dialogar con su propio corazón,” que es algo muy diferente de lo que se dice ahora en nombre de la Sabiduría Náhuatl. El Padre Garibay rescató dos poemas que dicen: “El hombre es como serpiente / pobre desnuda y astuta / que se arrastra sobre el polvo / y un día se yergue y empluma y vuela / hacia el Sol de Día como Tlahuizcalpantecuhtli…” “La mujer es pobre y humilde / nace del polvo de la tierra / un día mueve sus pétalos y vuela / hacia el Sol de Noche / para ayudarlo a disipar las sombras / donde acechan los Jaguares…”

Lo Supremo, el Padre, era Ipalmenovani como Verdad única, que se dividía como Ometéotl para sustentarse en Omecíhuatl y Ometecútli, los hijos del Señor que crea la dualidad. A partir de ese hecho cósmico nacían los Cuatro Soles, regidos por Quetzalcóatl y por Tezcatlipoca mediante el sacrificio de Nanahuatzin y Tecuzcitécatl, el Quinto Sol que corresponde a Acuarius.

En suma esta Nueva era es de equidad.

Debido a la decadencia en la Cultura Judeo-cristiana no pudimos tener un ejemplo positivo de la pareja humana a través del MSMA o del MSHM, sin embargo, lo estamos intentando sus Discípulos y en poco tiempo tendremos resultados edificantes.

Por lo pronto, debemos evitar la degradación de las familias y los abusos sexuales en nombre de la Alta Iniciación, y también las exigencias desproporcionadas de mujeres que quieren alcanzar Grados Superiores presionando a sus maridos para beneficiarse ellas aparentemente. Nuestros hijos deben de ser inducidos con ejemplos vivientes para que se sumen a una actitud más congruente con la Era del Acuarius, sin fanatismos religiosos ni presiones en busca de poder político. Es lamentable que algunos padres luchen denodadamente para alcanzar la trascendencia mientras sus hijos se avergüenzan de participar en algo tan natural como lo son la salud y la conciencia en la RedGFU.

Las mujeres abandonadas y los ascetas solitarios deben de ser cosas del pasado. Cierto es que hay que afrontar pruebas de aptitud para elevarse de lo humano a lo sagrado, pero sólo debe hacerse bajo la guía de un Maestro reconocido por su integridad y su equidad. La Sagrada Tradición Iniciática viene para elevar la conciencia de la familia, no para degradarla en nombre de grados de sabiduría ilusorios.

Sat Arhat José Marcelli Noli
www.redgfu.net/jmn

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