Nada está Creado, todo está en un proceso de Iniciación y de Reiniciación, estructurado en Octavas Superiores e Inferiores, de mayor y de menor conciencia. Los Universos que forman el Universo son eternos en su esencia y diversos y cambiantes en su presencia. La Unidad, es y está en todas partes. La Unidad es el Ser, la diversidad somos la Naturaleza y las personas. Cada persona y cada cosa está hecha dentro del esquema del Universo, que es un conjunto de conjuntos de partículas – atómicas, moleculares, celulares y orgánicas – unidas en torno a un Centro de Gravitación que tiene una conciencia particular que es la suma de las conciencias de las partículas de su cuerpo, lo mismo en lo muy pequeño como en lo muy grande. Esta conciencia particular es el Alma individual y el conjunto de conjuntos de almas individuales es el Alma Universal.
El Alma sirve de medio de comunicación entre el Potencial de Ser y la forma que lo refleja en el Espacio y el Tiempo en relación directa con su Alma. Al Potencial de Ser lo consideran los científicos modernos Vacío Cuántico. En el lenguaje espiritual se le llama OM-nipresencia o simplemente OM. El Alma manifiesta lo individual y lo universal y adopta expresiones más afines al Arte que a la Ciencia o a la religión, de acuerdo con las culturas, geografías, temperamentos, edades y épocas. Por eso se dice que el lenguaje humano tiene Alma y que sus traducciones son solamente equivalencias en otros lenguajes.
Esto debe de tenerse en cuenta cuando se pretende alcanzar la experiencia de Si mismo, o sea, la experiencia de lo Sagrado dentro del proceso cambiante de la vida humana. En la Tradición de los Iniciados Reales esta experiencia de unidad dentro de la diversidad, se simboliza como Circulación de la Luz, del Potencial del Ser que fluye hacia lo Humano como vida y de la reacción de lo humano hacia el Ser como conciencia. (La Paloma que desciende y la Paloma que asciende, desde y hacia, un punto en el centro de un círculo que representa al Sol como Fuente de Vida y como punto de encuentro con la siguiente dimensión). El esquema de este proceso se encuentra en el Altar donde se oficia la Ceremonia Cósmica, con tres elementos en un plano horizontal, – Materia, Energía y Mente, lo humano; – Hay un símbolo de encuentro de lo Humano con su Ser en el plano espiritual, señalado con una luz encendida dentro de un vaso de color rojo. Por encima de estos cuatro niveles se encuentran tres luces colocadas en forma triangular que simbolizan lo Sagrado, lo Cósmico y lo Absoluto. En total son siete planos del Ser y lo Humano dentro de la Octava del Universo donde nos encontramos. (La denominación de Octava se debe a que el septenario de planos de una dimensión, cuando es alcanzado totalmente por la Conciencia, se sintetiza y se convierte en el Primer plano de la siguiente dimensión).
Quien siente necesidad de conocerse totalmente, más allá de las normas establecidas por la cultura y la moral convencionales, tiene que encauzar todas las posibilidades de su naturaleza humana por medio de su Alma hacia la experiencia inicial de su naturaleza esencial de Ser, sin desligarse de su condición humana para Iniciarse en la experiencia de lo Sagrado, de lo que no tiene límites de forma o de existencia, y carece en sí mismo de principio o fin.
Para el Ser Humano común, este lenguaje carece de sentido porque supera el alcance de las palabras que se limitan a la Realidad; sin embargo, tiene un efecto subliminal cuando se escenifica en el Ceremonial y gradualmente se convierte en el Idioma del Silencio, el idioma de lo Sagrado, del Ser en su comunicación con lo humano. El peligro es que cuando alguien cree haber entendido algo se aferra a lo que cree y lo convierte en dogma y lo atribuye a algún Maestro o al Ser Supremo. Por eso son necesarias las Escuelas de Iniciación en diversos niveles que encuentran su culminación en las Cámaras Secretas, por más que existan muchas razones individuales contra el secretismo.
Lo importante de todo el asunto de la Sagrada Tradición Iniciática se aprecia en la seguridad que cada individuo va adquiriendo sobre sí mismo y en la confianza que va teniendo en los demás individuos, sin caer en ingenuidades. No es cuestión de adoraciones, actitudes edificantes, habilidades oratorias o literarias, sino simplemente de seguridad en la eternidad del propio Ser dentro de las limitaciones de la persona humana que la vive. Los Grados de Iniciación Real, con ropajes, títulos y tratamientos reverentes, son solamente nuevos convencionalismos que sirven para escenificar en el gran teatro de la vida real la Sabiduría del Ser Supremo, del Ser de todos los Seres, y estimular los esfuerzos que se hacen para superar la ignorancia humana. Dentro de este trabajo de conciencia con universalidad, caben todos los conceptos y tendencias que buscan la dignidad de la Vida y de todos los Seres de la Naturaleza, y se excluyen, por selección natural, sin coacciones, a todas las ideas, hábitos o doctrinas que pueden degradar a la vida.
Hay que reflexionar en esta sencilla idea: Ser Humano – Uni-verso. Es la clave para poder entender qué es la Iniciación Sagrada y Real, aquí y ahora, en presente, sin desligarla de la realidad y sin separarla de su Verdad. Es inútil la crítica, con buena o mala intención, hay que experimentar aquí, en la vida, lo Sagrado. Este es proyecto Iniciático.
Sat Arhat José Marcelli Noli
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jueves, marzo 06, 2008
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