jueves, diciembre 18, 2008

Cartas 183

Uno de los aspectos positivos de una crisis es que indica la necesidad de un cambio y nuestra época está saturada de crisis. Dentro de tanta crisis se perfila cada vez más fuerte la necesidad de la consciencia individual porque los sistemas más o menos masivos están fallando. Pero sucede que somos individuos, que cada uno piensa diferente y espera que alguien le resuelva sus crisis. Bueno, en la Iniciación también estamos en crisis. Queremos que nuestros métodos de desarrollo de la consciencia se resuelvan con base en la adquisición de Grados más Altos, llevados por el sistema de producción y de consumo, a pesar de que nuestro intento tiene la base común de beneficiarnos a nosotros mismos elevando la conciencia de los demás. Es decir, que estamos atrapados por nuestros propios métodos.

¿Cómo se produce la consciencia? Digamos que por la acumulación equitativa de experiencias de nuestra cuerpo físico, lo cual implica cierta dosis de conciencia moral, más razonamientos que, en conjunto, repercuten en nuestra conciencia espiritual y toman la decisión, digo, en el caso de que nuestra conciencia este centrada en un cuerpo sano. O sea que, lo primero es tener un cuerpo sano integralmente. Este es nuestro sistema, la consciencia necesita desarrollarse a partir de un cuerpo sano. De otro modo sólo desarrollaremos la conciencia unilateralmente, lo cual puede ser contraproducente.

Salud y conciencia, ese es nuestro lema. A partir de esto obtenemos resultados propios para un Iniciado. Dar y recibir, compartir, una conciencia que actúe en un grupo de individuos. Y eso requiere más que de buenos deseos. Requiere de una RedGFU, como le llamamos a nuestra Gran Fraternidad Universal, una Institución fundada por Iniciados, lo cual requiere de tiempo de preparación, primero en una institución abierta al público en general donde el objetivo principal es la salud, por medio de la alimentación, el ejercicio, los buenos hábitos y propósitos de servir a otros Seres Humanos para ayudarse a sí mismo.

Después de un tiempo, que puede durar el resto de una vida o unos pocos días, viene la preparación para la Iniciación en la Realidad y van apareciendo los Grados de Conciencia. Aquí entramos en la relatividad de los Grados. Depende de quien los reconozca y las intenciones que tenga al reconocerlos. Cuando se trata de un grupo pequeño de Iniciados Reales dedicados a una misión específicamente delimitada, resulta fácil, pero cuando se trata de formar un grupo dedicado a trabajar con toda clase de Seres Humanos resulta muy complicado, como es nuestro caso. Además priva en nuestros medios la consigna del máximo provecho con el menor esfuerzo, y de producir para consumir. Eso se ha reflejado en la obtención de Grados cada más vez más altos, comenzando por los más altos. Sin embargo, a medida que se van reflejando objetivamente los requisitos de una Nueva Iniciación para la llamada Nueva Era, se van dejando ver las necesidades que debe de atender un Iniciado Real, se van reduciendo las posibilidades de que sea un movimiento masivo para la obtención de Grados.

Desde luego, el Primer Discípulo del Maestre de la Ferriere tuvo esto en cuenta y recomendó que se establecieran primero las bases de una Gran Fraternidad Universal, aclarando de paso en qué consistía lo universal – las Fraternidades que ya estaban establecidas – y el papel de los nuevos Iniciados en la formación de Discípulos en lo Real y en lo Sagrado, pero no tuvo suficiente tiempo para evitar que algunos de sus discípulos tomaran el camino fácil que consiste en regalar los grados para darse prestigio.

Sin embargo, el proceso mismo de la Nueva Era va marcando sus pautas a seguir. En primer lugar no se trata de afirmar al individuo como en Aries, con su Yo Soy; o de darle fe, como en Piscis, para que tuviera un rumbo a seguir, sino de Saber, característica de Acuarius. Así que hay una tendencia al Saber muy caracterizada ahora, lo cual necesita ser encauzada correctamente, pues la propia tendencia hace al individuo autosuficiente y lo aísla del saber que tradicionalmente va consiguiendo la Humanidad.

Aquí es donde reaparece la figura del Maestro Tradicional, como ejemplo de lo que enseña, no simplemente la del preceptor que predica sin comprometerse, y a la cual estamos mal acostumbrados por la etapa religiosa de Piscis. Necesitamos Maestros formados con base en experiencias vividas en carne propia, de gente que sepa los alcances de lo que enseña y que esté dispuesta a sostenerlo sin corromperse. Un verdadero apostolado, en el buen sentido de esta palabra. A fin de cuentas, el primer beneficiario es el propio Maestro ya que su Maestría se revierte hacia él y lo hace ejemplar, un individuo de confianza.

Así, es largo el camino a seguir para formar a estos Maestros y es ahí donde la Iniciación en la Realidad es indispensable, como una etapa previa para la Iniciación en lo Sagrado.

Primero hay que fundar un Fraternidad Universal, sin eufemismos ni razones sentimentales que puedan desviar las verdaderas intenciones de sus candidatos, y hacer participar a todos compartiendo experiencia con base en la salud respaldada con la conciencia, lo cual es suficiente para muchos sin mayores alcances, sobre bases universales. Luego hay que observar muy atentamente a los que sí necesitan de algo más para seleccionarlos por medio de Grupos de Yamines, de aspirantes a la Sabiduría, dejándolos que se entusiasmen con esoterismos y demás fragmentos del verdadero Saber hasta ver cuáles son sus límites. Una vez que se conozcan éstos, si conviene, hay que dejarlos en la Fraternidad Universal disfrutando de la compañía de hombres verdaderamente sabios, para cuando estén preparados para intentar la Maestría.

A los que muestran necesidad con sus alcances hay que elevarlos a los Grupos de Medio Gegnián donde tendrán más medios de conocimientos y disciplinas con lo que se sentirán satisfechos. A unos pocos se le pasará al Gegnián donde comienza la preparación para el Primer Grado de Iniciación Real, en la Realidad, donde los contrastes les permitirán un manejo experimental de la Realidad donde pueden comenzar a probar su Maestría durante todo el tiempo que sea necesaria. Por eso se ha dicho que toda la Humanidad tiene que alcanzar su Iniciación en la Realidad del Primer Grado en la Nueva Era.

A los que sobrepasen esta etapa inicial serán admitidos en segundo Grado, el de Gag Pa, donde se espera actos más acordes con la Maestría y serán los propios Gelong, el tercer Grado, quienes los propongan para ser ascendidos, previa la aceptación de los Gurús y la venia de los Sat Chellah. La de los propios Gurús y Sat Chellah solo será acordada por los Sat Arhat, en cónclave, con la venía de toda la Jerarquía y los elementos heterogéneos que se van formando dentro del sistema con tendencia al poder de decidir cuáles a su entender deben de tener Grados mayores.

Como puede verse es largo el camino a recorrer y conviene ir dando pautas para la obtención de Grados.

Sat Arhat José Marcelli Noli
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viernes, diciembre 12, 2008

Cartas 182

Hasta donde nuestra Conciencia llega, estamos rodeados de infinitos. Hacia lo grande, hacia lo pequeño, a los lados, en fin, nuestro problema es encontrar nuestro centro, el de nuestro momento histórico, social, económico, sin adelantarnos demasiado o apocarnos. Porque sucede que todos está cambiando en todo momento. Eso nos hace ser Seres Espirituales, a diferencia de los seres minerales, vegetales o animales. Ellos cumplen las leyes que regulan su centro automáticamente, cada vez más cerca de nosotros, los humanos. Por eso tratamos de superarlo. Ya sabemos, de antemano que todo está viviendo, y que la vida se alimenta de la vida, no de la muerte.

Nos sentimos más cerca de los animales que de los vegetales o de los seres minerales. Después de todo, aunque todo vibra y se mueve, con características de seres vivientes, sabemos que nuestra estructura básica, la que nos mantiene en el plano humano es material. Damos por hecho que los elementos materiales son parte nuestra y los usamos a discreción, como el aire, el agua, el fuego, un poco menos; y la materia, según sean nuestras necesidades de renovación material. Por eso tenemos instintos, que son producto de necesidades prácticamente materiales, aunque controladas en los mejores casos por nuestros sentimientos, razones y hechos espirituales, que también los tenemos. Pero para estar de acuerdo con nuestras necesidades espirituales, preferimos no involucrarnos con los sacrificios de animales. Nos volvemos vegetarianos.

Nuestro centro espiritual es material, por polarización de fuerzas, y está también relacionado con la energía y es mental. Sin embargo es también espiritual, pues es el centro de nuestro Ser Espiritual, de nuestra materia, energía y mente. Por eso podemos movernos hacia cualquiera de los centros que constituyen nuestro Ser, que están en todas partes y en ninguna en especial. Típicamente nos definimos como Seres Espirituales.

Convencionalmente somos el centro de todo lo posible, ya que avanzamos hacia lo cósmico, o total, y lo divino, por lo menos en esta octava de manifestación, lo cual no afecta que seguimos una trayectoria espiritual, espiral, que avanza sobre sí misma y por eso está en el centro de la vida y de la muerte. ¿Y nuestra conciencia, la nuestra, dónde queda? En el centro. Claro que inventamos la trasmigración de las almas y otros asuntos relacionados con las almas, pero la verdad es que se integra a la conciencia universal. La vida y la muerte son como saltos al vacío, ¿vacío de qué? si todo está lleno, de materia, de energía, de mente, y así sucesivamente, hasta lo divino, por ahora, de acuerdo con la Ley de las octavas universales, para volver a comenzar espiritualmente. El misterio que ese salto al vacío supone lo dejamos en manos de las religiones, o sea de pasar a Dios un problema que es nuestro.

La conclusión de todo es esto es que la vida y la muerte son eternas.

Así que nuestra situación es crítica: estamos en el centro de los infinitos de arriba y de abajo, y de la derecha y de la izquierda, según los veamos; y nuestra Vida tiene que buscar sus propios límites debido al panorama cambiante de todos los elementos que forman la vida. Su centro natural es nuestra conciencia y la conciencia es el centro de todas nuestras experiencias, que abarcan todos los mundos posibles. Parece que todo está sujeto a los alcances de la conciencia, pero la conciencia está sujeta a presiones de todo tipo, inclusive la de no morir. Entonces tenemos que llenar el enorme vacío de lo que le falta a nuestra conciencia, con personajes y situaciones que son inventados de acuerdo con nuestras circunstancias.

En eso andamos cuando se nos ocurre la Iniciación, el comienzo de un nuevo intento fundamentado en la conciencia. Si la conciencia es nuestro centro, elevarlo es nuestra intención, sin que queramos decir con esto que lo queda por debajo de nuestra conciencia quede olvidado. Precisamente, la elevación de la conciencia ensancha nuestro mundo. Lo que necesitamos, entre múltiples posibilidades es encontrar un modelo de Iniciado, por lo menos en la realidad y, si es posible en lo sagrado. Y los hay, ciertamente, más de los pudiéramos pensar. Lo que pasa es que son modelos espirituales a medias. Y eso no nos sirve como modelo.

En primer lugar, este modelo que buscamos debe de ser congruente en sus disciplinas y en todo aquello que supuestamente nos va a Iniciar. Decir una teoría sin demostrarla en forma viviente cualquiera puede hacerlo y está en su derecho si la presenta como una posibilidad, no como un hecho. Sin embargo está dicho que cuando el Discípulo está preparado aparece el Maestro. Así que no hay prisa.

Lo más probable es que el Discípulo no se dé cuenta que esta frente a su Maestro. Así fue mi caso:

¿Cómo sabía usted que yo era su Maestro? – Preguntó el Maestro Estrada
No Maestro; yo nunca lo he estado buscando. Lo que yo busco es un hombre que le llamo el hombre feliz, feliz porque sabe quién es; pero nunca lo encontré
Bueno, yo busqué a ese hombre y un día lo encontré, el Doctor Serge Raynaud de la Ferriere
Bueno, pues ahora somos dos. ¿Usted me va a decir quién soy yo?
Yo no se lo puedo decir, pero le enseñaré el camino para saberlo

Este es mi caso entre muchos diferentes, pero lo que sí es cierto es que el posible Maestro le pedirá en primer lugar que abandone sus vicios, y la señal de que usted está preparado está en que se los quitará de inmediato. Así, a medida que la relación avance, le irá pidiendo que abandone sus apegos hasta liberarlo de ellos, lo cual, en la mayoría de los casos, no es una cuestión tan simple. Pero el Maestro no muestra prisa. El que muestra prisa es el Discípulo. El Maestro sabe que tiene muchas vidas para conseguir que su Discípulo se decida, pero el Discípulo sabe que solamente tiene una oportunidad.

Sat Arhat José Marcelli Noli
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martes, diciembre 09, 2008

Cartas 181

Si todo lo que se piensa es cierto, por contradictorio que nos parezca, encontrar el punto donde todo es uno, comienza por negarse a sí mismo. Todo es Uno, yo soy Uno, desde un punto sin contradicción que resume todo en la propia conciencia. Esto parece imposible, y lo es, para una conciencia que comprende las cosas por complemento, pero hay un punto en que cesa la dualidad y todo sigue siendo unidad. Así se comprende una nueva dualidad que abarca la diversidad y es apenas una condición de la unidad, que supone una nueva diversidad de la unidad aparente, sin principio y sin fin.

Vida y Muerte, Día y Noche, para comenzar, son continuas en el espacio y el tiempo, lo mismo que el Hombre y la Mujer. Todo tiene un principio en el tiempo que comienza en la unidad y se resuelve en dualidad y se presenta a nuestra conciencia como la mitad de algo que comprende la otra mitad de sí mismo. De ahí la necesidad de caracterización en diversidad.

Total, seguimos en la dualidad, por más que presintamos la unidad. En nuestro mundo tiene que ser así, complementando a cada momento con lo otro, que no es más que la mitad de uno mismo. Parece arrogante pensar de este modo, pero es la única solución para la universalidad. Claro, luego encontramos una explicación en la Ley de las Octavas Universales. Cada vez que se complementan ocho niveles de la conciencia tenemos la experiencia de que todo es Unidad, hasta que desaparece y vuelve a convertirse en dualidad, siguiendo la trayectoria del número ocho. Pero para entonces nos encontramos en un nivel más alto de la misma dualidad.

Seguimos siendo, de este modo, puntos de convergencia de dualidades que experimentan la Unidad para seguir siendo contradictorias en una Realidad más alta que volverá a resolverse en una Unidad más elevada. Esta es la Ley del de los sesenta y cuatro del Señor Budha – 8 x 8 = 64, atribuida originalmente a Fo-Hi y presente siempre en los ocho Kowas, formados cada uno por tres trigramas, Yin – Yang – Tai. Cristianamente se representan en el Padre – Madre – Hijo, el principio de la dualidad que se resuelve en una nueva Unidad, que a su vez sigue reproduciéndose en nuevas dualidades. La Ley es la misma, por más que sigamos haciendo religiones exclusivistas.

Por otra parte, tiene que ser así para evolucionar. Cada vez que resolvemos una complementación nos enfrentamos con una nueva complementación de lo mismo, pero más elevada. Y así seguimos, probando nuevas posibilidades sin agotarlas nunca, por toda la eternidad. A este proceso se le llama el conocimiento. Somos testigos de nuestro conocimiento. Y a eso le llamamos Intelecto, la tercera posibilidad de nuestra Conciencia.

Pero a la cuarta posibilidad de nuestra conciencia le llamamos Espíritu. Lo que es, lo que siempre ha sido, lo que siempre será, por encima de todas las dualidades. ¿Qué es Espíritu? sigue inquiriendo nuestro Intelecto. La suma de tres posibilidades resumidas en una. ¿Qué ES lo que ES? Ahí toma la palabra el Amor. ¿Qué es el Amor? Lo máximo. ¿Lo máximo de qué? Desde el punto de vista Femenino no hay respuesta, basta con el Amor. Desde el punto de vista Masculino la pregunta sigue en pié.

Espíritu, es Speiros, espiral, hacia arriba, hacia abajo, hacia los lados. En fin, espíritu es algo que se manifiesta por atracción de fuerzas en polaridad positiva o negativa y evoluciona, o involuciona. Es Realidad Inasible. Que inclusive está en todo lugar y en ninguno en particular. La palabra religiosa por excelencia, para explicar lo inexplicable, lo más elevado es Amor.

Para el polo Masculino es lo que Es, que a su vez se significa por una nueva posibilidad, la Quinta Posibilidad de nuestra Conciencia, Quinta Esencia, Quinto Sol, etc. Ser Uno, o el centro de todo lo posible. ¿Arrogancia…?

Luego, en orden numeral, sigue la sexta posibilidad – dos triángulos entrelazados. Lo Cósmico, lo de arriba y lo de abajo, para no dejar nada por fuera, lo cual da lugar al Grado de Sat Arhat, uniendo lo de arriba con lo de abajo, en Uno sólo. La Unidad consciente que se resuelve en el Uno, manifestado en la dualidad de nuestro mundo.

¿Y el séptimo? Cuando al Señor Jesús le preguntaron, dijo: Mi reino no es de este mundo. A donde yo voy vosotros no podéis ir, pero voy a preparar un lugar para vosotras, pues en la casa del Padre muchas moradas hay. Así que sigue siendo válida la Ley de las Octavas del Universo.

El Señor Budha dijo también lo mismo en su Sermón de Benarés. Contempló en silencio un Loto mientras la gente que iba a escucharlo se inquietaba, ya que no decía nada. Hasta que uno de los asistentes se puso de pié y dijo:

Señor, es perfecto
Tú sí has entendido – contestó el Budha.

Esto queda claro en las claves de cada grado de Iniciación Sagrada y Real, en lo Sagrado y en lo Real. Cualquier consejo con buena voluntad, por parte de cualquier Iniciado, entra en la relatividad de los opuestos complementarios. La unidad de la diversidad sigue siendo el ideal más noble del género Humano. En eso andamos aquí en la Gran Fraternidad Universal, con sus grados de conciencia, con sus trabajos en favor de los demás, en competencia por servir ¿a quién? a nosotros mismos, a través del servicio a los demás.

Sat Arhat José Marcelli Noli
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sábado, diciembre 06, 2008

Cartas 180

La Gran Fraternidad Universal es Realidad y es Verdad, como una Institución que busca su Verdad en su Realidad, debe ser un conjunto de Seres Humanos que buscan su razón de ser originados en una misma causa que, tarde o temprano, resolverá la razón de su existir.

La Realidad está en la búsqueda de ser una institución Universal, con un origen común, manifestado en diversidad, lo cual, dicho sea de paso, es el problema principal.

Para comenzar, la institución se dividió en dos corrientes de opinión, entre su fundador y su primer Discípulo, que planteó algunos postulados de orden común, de los cuáles han surgido una serie de divisiones y subdivisiones que, supuestamente se irán multiplicando a medida que pase el tiempo.

Esto, naturalmente, era previsible desde su comienzo y no será un verdadero obstáculo para su final, siempre que no se pierda el origen básico de su razón de ser: una comunidad dedicada a investigar su razón de ser Uni-Versal. Ahora, falta encontrar la forma en que se resolverá el problema. De antemano, es un verdadero desafío a la razón de ser de una institución Uni-Versal que se presenta como dividida. No habrá soluciones fáciles, como por ejemplo: vengan todos con nosotros porque tenemos los escritos del Muy Sublime Maestre, o cualquier otra componenda.

Hay que estudiar a fondo su Realidad, de otro modo caeremos en una repetición del consabido problema de dejarlo a Dios para que lo resuelva. ¿Si somos individuos, cómo es que tenemos un origen común? Primera pregunta ara comenzar. Nacimos como individuos, salvo algunas excepciones que sirven para confirmar la regla. Como individuos crecemos y como individuos morimos. ¿Entonces de donde nos sale lo Uni-Versal? ¿Es sólo una palabra de más para darnos alguna importancia? ¿O es un anhelo imposible que sólo sirve para distinguirnos un poco de lo común y corriente?

El hecho es que somos individuos en busca de su origen común, eso es lo que la razón en su propio campo nos indica. Luego, espiritualmente, es un hecho simple, aunque no sea explicable. Espiritualmente hablando, somos aquello que está dicho: En el principio era el Verbo, el Caos, en busca de sí mismo, distinguiéndose por singularidad, o sea que del UNO nació el DOS, etcétera. Siempre es uno y siempre también, todos los números que siguen hasta el infinito, hasta llegar a ser Uni-Versales. Ese es el hecho, ahora vamos en sentido inverso, ya que todo es curvo y es continuo, para que se cumpla el misterio de la unidad (Hermes).

Vamos hacia lo Uni-Versal. Esa es la razón de nuestra Gran Fraternidad Universal. Un paso enorme, dadas las características del momento histórico que estamos viviendo. Tal vez no lo habíamos intentando antes porque no era el tiempo adecuado, por lo menos masivamente. Antes de nosotros varios lo intentaron, según tenemos noticias. Ahora con los medios masivos de comunicación, en todos sentidos, tenemos una nueva oportunidad. Es la razón profunda de nuestros empeños.

¿Con que contamos, aparte de los medios masivos de comunicación? Con el anhelo mucho más acendrado de llegar hasta el corazón de la solución. En primer lugar con medios de transporte que nos permiten ir a cualquier parte del mundo en pocas horas y enterarnos de que lo que pasa ahí no es diferente, mas que en forma histórica, pero, en el fondo es lo mismo que nos pasa a todos. Luego, los problemas de diversidad que hemos creado por nuestra cuenta, como afirmación de nuestra verdad de ser, tales como religiones, estilos de vida, costumbres que son productos de las circunstancias, de objetivos de fondo, y así por el estilo.

Naturalmente aparecemos nosotros con nuestra Gran Fraternidad Universal, para hacer el ridículo, aparentemente, con nuestras divisiones arbitrarias. Que si el SMA dijo; que su Primer Discípulo lo contradijo, y luego lo demás.

Cordura, es lo que demandan nuestros tiempos. Dejemos que cada quien haga lo que pueda, de acuerdo con los que lo superan en grado de realización. Hagamos a fondo lo nuestro. Razones nos sobran. Analicemos nuestra situación: Tenemos una Gran Fraternidad Universal, con eso nos basta y nos sobra. ¿Cómo la vamos a manejar? En primer lugar, por el simple hecho de tenerla, y eso nos da un punto de partida, la propia GFU, con todo su barullo. ¿Cómo? Nuestra GFU es nuestra Realidad y nuestra Verdad. Para Iniciarnos en ella basta simpatizar con la idea, por medio del Yoga, la Astrología, el esoterismo, la Cábala, la Alquimia, y una multitud de nombres, que le damos a nuestra ignorancia sobre la unidad de la diversidad, además de todo lo que ya sabemos.

Después aparecen cuestiones como mantenernos serenos, por cualquiera de las vías que tomemos, hace falta autodisciplina para profundizar más. Entonces aparece la palabra Iniciación.

Para Iniciarnos tenemos que aceptar algo que nos diferencie, o por lo menos tener un propósito en común, para poder compartirlo con quienes piensen parecido a nosotros. Hacen falta Maestros, alguien en quien esté reflejado ese propósito común, sea hacia abajo o hacia arriba. Si es hacia abajo nos mostrará su indisciplina, si es hacia arriba, su disciplina. No tomar licor, no fumar, no comer carne, algo que nos Inicie en algo superior, o por lo menos diferente a lo que es común.

Si persistimos estamos Iniciados en una Realidad poco común, y si nos da respuestas positivas iremos ensanchando nuestro propósito en forma cada vez más amplia y satisfactoria, a menos que hagamos del propósito común un propósito particular. Si nuestro proyecto sigue siendo el de encontrar una vía hacia la unidad de la diversidad, entonces iremos uniendo varios proyectos hasta el grado de pensar que nos hace falta Iniciarnos en la Verdad, cualquiera que sea el rumbo hacia el cual apunte nuestra Realidad.

Así pasamos de la realidad llamada Gran Fraternidad Universal por varios estadios de investigación, como Yamines, Medio Gegnián y Gegnián. Si necesitamos algo más profundo nos Iniciamos en el Getuls, ahí se define nuestra necesidad de vivir la Realidad, la cual se vive también durante las etapas que siguen que son las de Gag Pas y de Gelong. Con eso tenemos suficiente para estar saturados de Iniciación en la Realidad. Si nos hace falta algo más está la Iniciación en lo Sagrado donde experimentaremos la Iniciación que nos llevará al Gurú, al Sat Chellah y al Sat Arhat, a la Iniciación Real y Sagrada, que es la solución a nuestro proyecto institucional de ser Uni-Versales, es decir, ser conscientes de la Unidad de nuestra diversidad y de asumir la responsabilidad de vivirlo con maestría.

Sat Arhat José Marcelli Noli
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jueves, noviembre 27, 2008

Cartas 179

Querida Discípula Doña Lucía Cordero:

Tengo el gusta de profundizar un poco más en la carta 178, a solicitud de usted, que anexé recientemente a mis escritos. Contesto algunas de sus preguntas:

Nos dice que como realidad somos Humanos, con individualidad, como verdad, somos seres, ¿eso significa que somos todo?, estrellas, rocas, flores, aromas, luz, tenemos la esencia de todo las posibilidades de la creación?

La respuesta es sí, independientemente que no lo recordemos. Sería demasiado para el nivel actual de nuestra conciencia. Poco a poco nos iremos reconociendo como realidad, que es todo lo posible.

Nos habla de cuatro corrientes de la Conciencia: sensorial, valorativa, racional y total, de pronto me pregunto si Consciencia es darme cuenta, a través de los sentidos creo que si puedo darme cuenta de lo real, pero dudo que los valores y la razón me pongan en contacto con lo real, considero que estos son producto del pensamiento y el pensamiento justamente es lo que nos ha fragmentado y nos aleja de lo total, lo verdadero, el SER.

Ser es lo total, aunque nunca lo alcancemos. Los pensamientos son fragmentos de lo que vamos recordando, y aún así, lo sentimos cierto. Los pensamientos son limitados, para el momento, mientras no concibamos algo que supere lo que sentimos. Sus posibilidades son aparentemente ilimitadas, pero esperan siempre nuevos pensamientos. Es como si estuvieran en un cauce, dándose cuenta de que pueden ser superados en cada instante. No nos alejan del verdadero SER, más bien nos aproximan a él.

Cuando nos dice que los Sat-Arhat no pueden zafarse de lo DIVINO, creo que lo entiendo, pero me pregunto ¿los demás si podemos? ¿no estamos todos atados a lo Divino?

Lo Divino es ser. Es una posibilidad que se encuentra a partir de lo Espiritual. Es la iluminación, en esta Octava de manifestación. Es sentirse participe de todo, por lo menos en principio, y en referencia a esta Octava de Manifestación, donde nos encontramos, que por cierto, no es Todo. La mayoría de los Seres Humanos nos referimos a lo que vemos, palpamos, o pensamos que es cierto en relación a nuestras ex­periencias previas. No podemos hablar de Todo, sólo lo que suponemos. Tal vez por eso mantenemos una lucha sin cuartel, para justificar lo poco que sabemos.

En alguna de mis Cartas he dicho que al entregar el Grado de Gurú acostumbro decirles a los Candidatos al Grado que tendrán derecho a pasar de lo Humano a lo Sagrado, previa demos­tración que consiste en ir por el mundo sin dinero, afrontando sus situaciones confiados en la Divinidad. Quien lo logra demuestra que es un Gurú. A partir de ahí puede hacer uso de lo que considere conveniente para las necesidades de su grado. Entra, naturalmente, en lo etapa de lo Cósmico donde todo está relacionado con todo. Los demás no se sienten atados a lo Divino, pero recurren a un subterfugio muy conocido, el de dejarle a Dios que lo resuelva milagrosamente.

Cuando nos dice que vamos hacia una síntesis que amalgama muchas de las síntesis individuales, me pregunto, ¿podremos realmente amalgamar las síntesis individuales en una sola o se trata de que nos demos cuenta de que las síntesis individuales ya expresan la totalidad?

Para el Ser Humano, lo que sabe, por poco que sea, es todo lo que puede captar en ese momento. Es todo para él, no se explica cómo puede haber más. Se atiene a la síntesis que amalgama todas sus síntesis. Lo que sigue pertenece a sus creencias, y como estas son ajenas a lo que sabe, lo deja a la Divina providencia para que lo resuelva. Es el camino de la religión, acata la voluntad Divina cualquiera que ella sea. Solamente que hay muchas religiones que se disputan la verdad. Pero eso ya es otro problema.

La Consciencia de los grados tiene que ver con este darse cuenta de esta totalidad? de poderse mirar en todo, de saberse todo? de expresar no solo profundo respeto por todo sino ser parte de ello?

Eso, supuestamente, es la Iluminación. Darse cuenta de todo sin experimentarlo todo, simultáneamente. Es el comienzo de la Conciencia de lo Divino, la que le atribuyo a un Sat Arhat. Se dice fácilmente, pero sólo se comprende cuando un Maestro acepta todo como cierto, y dice, además, que todo lo que puede pensarse es cierto, tal como nos dijo el Sublime Hermano Mayor y nos aseguró a algunos de sus discípulos; o sea, que todos tenemos razón, por contradictorias que sean nuestras razones.

El Caos. ¿Y qué es el Caos? El principio, antes de que todo pudiera ser pensado, clasificado y vivido, para dar Fe de que existe. Una Octava de Manifestación, de las incontables que supone el Universo.

Cuando yo les aseguro que en la primera etapa de la Iniciación es cuando se está preparado para asumir que las contracciones son complementarias, y que su función es elevar la contracción para elevarse hasta resolverse en unidad, como la Vida y la Muerte, les estoy planteando la primera gran Incógnita del Universo, la de la Unidad en la diversidad. ¿Cómo es posible que pensemos que la Diversidad tiene Unidad? Pues así es, y quien comienza con esto se pierde en un conjunto de contradicciones.

Y es claro que no les estoy proponiendo que el hombre y la mujer sean sólo diversidad, sino que son, finalmente Unidad. Les estoy proponiendo la búsqueda de esa Unidad. De otra manera hay que dejarle el misterio a Dios para que Él lo resuelva. Por naturaleza la mujer está hecha para concretizar lo celeste en terrestre. Su fuerza está en atraer a lo que representa una fuerza divina y concretizarla en algo terrestre, para dar Fe de que existe. Les estoy planteando una posibilidad para el que se Inicia en la Realidad y trata de encontrar el paso a la Verdad, donde ya no importa que sean dos, la Mujer y el Hombre, sino hasta complementar su Unidad. Les estoy comenzando a plantear la Unidad de la Diversidad, el Todo en uno y el Uno en Todo.

Sat Arhat José Marcelli Noli
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lunes, noviembre 24, 2008

Cartas 178

La iniciación en lo sagrado y en lo real tiene, por lo menos, tres aspectos. El primero es de preparación. Comienza cuando el individuo, por uno u otro motivo se interesa en la gran fraternidad universal, practica alguna de sus recomendaciones particulares y encuentra que le proporciona alguna satisfacción física, mental o espiritual. Inclusive cuando se trata simplemente de perder algunos kilos que lo hacen verse descuidado, y se siente tensionado por su mala apariencia.

La salud y la conciencia se justifican muy bien en esta etapa, a menos que siga faltando algo más, como el control de las emociones, por ejemplo. Ahí el campo es muy amplio, y a cualquiera más o a cualquiera menos, le sobran emociones demasiado evidentes, o le faltan emociones suficientes para compartir en un nivel social adecuado. El yoga y la respiración controlada le dan muy buena respuesta para comenzar. Luego vienen los estados sutiles de las emociones donde la pérdida de control puede ser una condición decisiva para no inspirar confianza en cuestiones de serenidad y de decisiones que requieren de confianza en sí mismo.

Luego viene la cuestión de abrirle paso a la mente para que tenga el máximo de potenciales al optar por los pensamientos más convenientes en el momento que se requiera de ellos. Pensar con claridad, sin emociones que perturben a quien concibe los pensamientos y pueda aplicar sus pensamientos en la forma más positiva, de acuerdo a las circunstancias. Ni antes ni después. En el momento justo.

Esto puede hacer parecer que se busca que las facultades naturales funcionen aisladamente, pero es todo lo contrario, se trata de que todo funcione óptimamente para darle base a la siguiente opción hasta donde sea posible, sin restarle su oportunidad de manifestarse, siempre dando oportunidad de actuar en el momento preciso, ya que todo está jerarquizado en la naturaleza.

Esta sucesión cambiante de acciones conducen a la práctica de acciones espirituales, sin aparatos místicos, o actitudes preconcebidas, dejando libre al espíritu para actuar sobre la base de universalidad previamente construida.

En efecto, la base espiritual es la síntesis de todo el proceso. La apertura a una nueva dimensión que comprende lo material, lo emocional y lo mental, y nos permite abrirnos a la unidad, donde todo está en potencia para integrarse a la diversidad. La verdadera creatividad está en llegar a este punto y darle oportunidad para que se manifieste. No es cuestión de repetir asuntos de sobra conocidos, ni darnos ánimos creativos, es ser creativos, permitiendo a nuestro espíritu que se manifieste. O sea, entrar en una nueva dimensión.

Cuando se ha llegado a esto, se ha llegado a la iniciación en lo real. Es el primer de grado de iniciación real, el getuls.

Para llegar a getuls se vive la etapa del yaminado, la de medio gegnián y la de gegnián. Etapas preparatorias, capaces de darnos respuestas suficientes para el nivel de nuestras inquietudes. En cualquiera de ellas pueden terminar nuestras inquietudes y está bien, nos queda en vasto mundo de la diversidad donde podemos investigar, construir, destruir y generar una dinámica que mejore nuestras vidas. Pero si nos queda algo que no sea producto de la mera ambición emocional, tenemos la iniciación en lo real, lo relativo, lo que es uno y siempre es dual, como la noche y el día, la vida y la muerte, en fin un singular acervo de manifestaciones que exigen nuestra muy atenta consideración durante una vida o una serie de vidas, hasta que sean superadas y estemos aptos para la tradición de iniciación en lo real.

A partir del getuls comienza una nueva investigación. Se trata de no aceptar como válidas las dualidades. Se trata de encontrarles solución de unidad. La aparente dualidad solamente es un proceso de superación por contradicción, que se resuelve en una superación de la dualidad. No se trata de aceptar que la muerte, por ejemplo, es la culminación de una vida y lo demás se lo dejamos a dios para que lo resuelva. Se trata de saberlo nosotros. Y sin subterfugios, porque así tiene que ser. Se trata de encontrar y vivir la superación de las dualidades hasta convertirlas un unidad. No se trata de aceptar que el hombre y la mujer son diferentes porque sí, se trata de obedecer las leyes universales que hacen que esto sea así y superarlas hasta realizar esta aparente dualidad y convertirla en una noción de igualdad que nos lleve a una nueva opción de integración en lo sagrado, pero, está claro, no pasando por encima de lo establecido, sino obedeciéndolo hasta sus últimas consecuencias.

Para esto son los grados de iniciación real, en lo relativo, en la realidad, de getuls, de gap pa y de gelong. Cuando se han cumplido, no importa cuántas vidas nos lleven cumplirlos, estaremos preparados para aplicarlas a los grados de iniciación en lo real y en lo sagrado. Seremos auténticos iniciados en lo real y en lo sagrado. Para eso son los grados de gurú, sat chellah y sat arhat, los supremos grados de iniciación en lo sagrado y en lo real.

Nos falta mucho, sí, pero lo vida es eterna y está dividida en octavas de manifestación. No hay final. Más vale que no comencemos a sentirnos felices de vivir, sin andarnos manoseando con títulos de más y de menos. Cada uno está en lo que está bien, si le satisface, y hay lugar para todos.

Los grados que no se comprenden todavía, debemos dejarlos para nuestro futuro. Cuando lleguen serán bienvenidos y no crearán perturbaciones de emociones desmedidas. Si queremos hacer sentir que nuestro maestro es más importante que el de los otros, por ejemplo, demostrémoslo con la conducta adecuada, que no es otra que mostrar sus virtudes en la práctica.

Sat Arhat José Marcelli Noli
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sábado, noviembre 22, 2008

Cartas 177

Este mundo es pura ilusión, es maya, como dicen los hindúes. Las causas producen efectos que a su vez producen nuevos efectos, y así hasta el infinito. No hay nada permanente que valga la pena alcanzar, pues siempre habrá algo más allá. En eso está todo el misterio de nuestra vida, en que somos Realidad, relatividad, y somos Verdad. En cuanto a la Realidad en cada instante cambiamos, en cuanto a lo verdad simplemente somos.

Muy bien, pero antes habrá que convencerse que nosotros somos una causa que puede producir incalculables efectos y tenemos la obligación de tomar la dirección de esa causa por toda la vida. No digo de toda la muerte, pues la muerte es solamente un lapso donde esa causa por toda la vida se resume en una nueva causa que cumplirá su función de generar nuevas causas, en condiciones diferentes debido a otras nuevas causas, o participando con esas causas, para producir nuevos efectos y soportar esos efectos, buenos o malos en ese siguiente ciclo de vida.

O sea que nos vamos a encontrar con todos nuestras experiencias resumidas, en nuevas tierras y con elementos favorables y desfavorables, para crecer e influir en nuestro entorno durante ese nuevo ciclo de vida, que adquirirá nuevas experiencias y que finalmente se resumirá para encontrar otras en nuevos ciclos de vida, considerando las experiencias que faltaban de ciclos anteriores y abriéndose a nuevas experiencias. De este modo avanzamos, en grupos de individuos similares a nosotros, nunca exactamente iguales, pero con afinidades o destinos parecidos.

El grupo familiar del que formamos parte, tiene algunos objetivos que son similares, aunque nunca exactamente iguales, a los que nos apoyan en nuestro nuevo proyecto, o lo modifican según sus propias expectativas. Los grupos familiares de que vamos formando parte son importantes en nuestro desarrollo, pero nunca definitivos. Por lo general cambiamos de grupos familiares, según nuestras nuevas tendencias. O sea, que todo se va ajustando a nuestra búsqueda en un fin común.

En realidad formamos parte de la misma Humanidad y su proyecto en común, aunque ocupemos un lugar especial en el proceso. Las experiencias ajenas influyen sobre nosotros, y las nuestras influyen sobre los demás, positiva o negativamente. Así, nos formamos en nuestras familias particulares, que son las familias que se constituyen en cada país, en el conjunto de conjuntos de nuestros proyectos obligados y nos vamos impulsando hacia una Fraternidad Universal, a pesar de nuestros contrasentidos, aun con nuestras personales oposiciones a los ideales, a nosotros nos parecen comunes. Luego, llegamos a un punto álgido donde se acusan más diferencias. En ese punto nos encontramos con nuestras diversas Líneas de desarrollo dentro de la Fraternidad Universal. Esta es una etapa crucial dentro de nuestros proyectos personales, aun cuando sea haciendo valer nuestros esfuerzos, manteniendo el respeto. Esa lucha nos enseña a ser respetuosos con los esfuerzas ajenos, y podemos aprovechar esos evidentes contrasentidos para hacer efectivas nuestras propuestas, sin atribuirles alcances que no podamos demostrar.

Es precisamente en esta lucha donde refirmamos todo el proceso, como si fuera totalmente coherente. Lo importante es que todos queremos ser acertados porque nuestras razones nos parecen ciertas y lo cierto es que son relativas. ¿Somos una opción de la Realidad o una propuesta de vida para toda la Verdad? Ya es tiempo de ir dando una respuesta a nuestro destino. Si somos una simple opción de una Realidad múltiple nunca estaremos satisfechos totalmente. Si somos la respuesta final de la Verdad, nos falta mucho, muchísimo más qué explorar, qué vivir y hacer valer nuestras vivencias. El simple hecho de aceptar que la nuestra es una sucesión de vivencias cada vez más refinadas en búsqueda de una Verdad, en una eterna búsqueda de una Verdad más amplia, en todos los sentidos a nuestra Realidad es, por lo menos, un principio honesto de buena fe. Creer que ya no podemos ser mejores de lo que somos es, por lo demás un síntoma de desesperación. Cierto, es que comenzamos a tomar la Verdad como algo creado por nosotros, en la cual tienen que participar todos los demás como sublimación de nuestro Ego, pero si llegamos a demostrarlo ¿con qué compararíamos la Realidad que estamos viviendo, si ya todo está incluido en la verdad y no queda nada por fuera de ella? Nuestro Ego, en su parte más noble, nos dice que todo está incluido en él, con un poco más de tiempo, pero no hay más. ¿Qué tanto tiempo? La eternidad.

No nos hagamos ilusiones, por grande e impactante que sea la Realidad de quien lo haya dicho. Tal vez él es de esta época, plagada de contrasentidos, pero no el único representante de esta época, donde ya aceptamos a ésta como una época mucho más grande, pues asumimos que es grande porque la aceptamos como una de las infinitas octavas de manifestación de la Realidad que nos ha tocado vivir. ¿Cuál Realidad? La de aquí y ahora; después, es la Verdad que no tiene antes ni después.

Lo que no tiene antes ni después es la Verdad. ¿Con qué lo podemos comparar, si no tiene antecedentes ni precedentes? Con ella misma. Eso es Maya, ¿y el antes y el después?

Comencemos a INICIARNOS. ¿Qué podemos iniciar? En algo que todavía no hemos iniciado. En la Verdad. ¿Cómo? Haciendo caso omiso del antes y el después. ¿Algo nuevo? Algo nuevo tiene forzosamente un antes, cuando no lo había. Así que volvamos a lo de la Realidad y la Verdad.

Tenemos una Realidad donde se va manifestando la Verdad. Tomamos parcialmente, conciencia de nuestra Verdad – digo parcialmente, porque nuestra Realidad, por grande que fuera, no nos puede revelar toda la Verdad – la va revelando poco a poco, sin poderla revelar toda. Entre la Realidad que tenemos y la Verdad que somos, se va produciendo un fenómeno que llamamos la Consciencia, consciencia de la Realidad. O sea que la Conciencia, cuando se asimila cabalmente, es la que nos deja percibir la Verdad parcialmente en nuestra Realidad presente.

De aquí que nuestra Consciencia de la Verdad es siempre incompleta. Pero es la única que nos deja alguna constancia de la Verdad, incompleta, naturalmente. Tantas veces se da este fenómeno que llegamos a confundirla con la Realidad, y pensamos que la Verdad es igual que la Realidad. Es entonces que comenzamos a sentirnos Divinos, a sentir que somos en principio Divinos y que, en conclusión, somos Divinos por naturaleza. Esto no tendría nada de malo, excepto que nos hace sentir más Divinos que los demás y nos crea dificultades.

Es aquí que se hace necesaria la Iniciación en lo Sagrado y en lo Real. En lo que podríamos llamar la diferencia entre lo Divino y lo presente, o sea lo relativo, y lo que es, sin principio y sin fin, lo eterno, lo que no tiene comienzo ni fin, lo que no se puede comparar con nada. Ahí es donde entra en acción la Fe, la religión, la que trata de unir lo relativo con lo verdadero. El resultado, ya lo conocemos.

Tenemos pues, dos grandes campos para desarrollar nuestra conciencia – que en la Realidad son uno sólo – el de la conciencia y el de la Fe. Con la Fe podemos creer lo que se diga que hay que creer para asimilar la Verdad en algo que llamamos Dios; con la conciencia podemos encontrar, pasa a paso, en diferentes Octavas de Manifestación al mismo Dios, respetando todos los incontables aspectos en que se nos manifiesta, siendo lo suficientemente humildes para reconocerlo en todas sus manifestaciones y sin declinar ante nuestra conciencia.

Sat Arhat José Marcelli Noli
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miércoles, noviembre 05, 2008

Notas 1051 - 1060

1051. Expliquémoslo nuevamente: ¿Que hace a un Gurú buscar el sentido del Ser, de la convergencia de las cuatro corrientes de la Conciencia para encontrarse en el punto que corresponde a la Conciencia de Ser, – X, la gran incógnita, – sin opciones para determinada corriente? Conseguir imparcialidad como medio para llegar a la Conciencia Total. ¿Ya lo sabe todo? No, conoce todo en su justo valor y desde ahí juzga lo que le conviene hacer. Usa lo que le da su Consciencia Sensorial, pero sabe que es falible en cuanto a sus valores. Usa los alcances que le da su conciencia valorativa como medio, en relación de lo que detecta su conciencia sensorial. Si hay más fuerza lo valores cambian.

1052. Dentro de este cuadro de valores que cambian hay otra opción, precisamente la de los valores que cambian constantemente. ¿Para qué cambian? Para dar oportunidad de que podamos escoger los más positivos, creativos o destructivos, en un momento dado. Es decir, cambian para mostrar sus posibilidades de acierto o de desacierto dentro de un plan inteligente, que es el resultado de lo que pretendamos mentalmente. Si no hay un plan no hay nada, es inútil la conciencia, a menos que se esté especulando a ver qué pasa.

1053. Tenemos, pues, tres valores: el sensorial, con su poder de manifestación de las cosas en sus factores de fuerza; el racional, que es el plan que dirige hacia un propósito común; y la conciencia de ese plan común, generalmente atribuido a la razón. La posible convivencia de esos tres factores en un plan dirigido hacia una convergencia común, debe tener una justificación, que es la de hacerlos recuperar algo que les es común, la unidad. Eso es precisamente una función espiritual que suponemos que realiza el Gurú.

1054. Si se recupera la unidad el propósito está consumado, hasta el punto del Ser. O sea, que si un Gurú, es un Espíritu que se ha elevada hasta el punto de ser, es un factor de reorganización de la naturaleza dispersa para darle sentido de unidad que fomentará la convergencia de sus factores divididos hasta el punto de hacerlos convergir en un punto donde sirven al Ser, tanto en lo inconmensurablemente pequeño de su manifestación, como en lo inconmensurablemente grande de su misión de impulsar los cuatro elementos básicos del Universo, en esta Octava de Manifestación. Esa es la acción del Poder de un Gurú.

1055. El Gurú tiene la capacidad de encontrar el punto donde los factores macro Cósmicos se integran sin dificultad con los factores micro Cósmicos y está obligado a demostrarlo a sus discípulos, renunciando de antemano a los apegos en aspectos determinados, los que mueven a la naturaleza en planos inferiores, tales como dinero, lujos, afectos, y en general, a cualquier cosa que le proporcione poder. Es un ser dedicado a Ser un factor de armonía de los elementos naturales. Esto parecería ser suficiente para un Gurú, pero solamente es parte de un proceso, el cuarto nivel de una escala de siete niveles. De hecho es un nivel bastante elevado para un Ser Humano común y corriente, cualquiera que sea su condición de poder, pero es parte de un proceso que se dirige hacia lo Cósmico, hacia la Unidad total sin perder su diversidad.

1056. ¿Qué se puede entender como Cósmico? Lo que no se apega a nada de los poderes de la Naturaleza macro o micro cósmico, pero los supera a los dos. No lucha por establecer la superación de lo que se encuentra diluido en lo micro cósmico para hacerlo equiparable a lo macro cósmico, sino que su intención es manifestarlo en un solo cosmos. Si lo consigue estará en un nuevo plano superior al de Gurú, está comenzando a integrarse al plano de un Muy Honorable Sat Chellah. Pertenece a una categoría superior. Sus fuentes no son de poder pasivo, puesto que ya conoce a los dos y no aboga por tener de uno o del otro. No es un factor de división sino de integración.

1057. Entender esto tal vez cuesta algo de trabajo intelectual, sobre todos a quienes se mueven entre factores creativos o destructivos, y lo más probable es que se muevan entre ambos, para poder destruir lo que se les resiste a obtener el poder, y no se valen de ninguna circunstancia histórica, de unidad del pasado ni del presente, con miras a consolidar el poder para el futuro. Simplemente buscan lo Cósmico, es decir lo que no presenta ningún límite circunstancial, histórico o de oposición a otro poder establecido o que lucha por prevalecer. Lo cósmico se entiende como no opuesto a nada, ni a Dios ni al Diablo, total, sin condiciones.

1058. Queda un nivel aún más elevado, el del Venerable Sat Arhat, él se inspira en una concepción de lo Divino, y en él no puede excluirse sin anularse totalmente.

1059. Es casi imposible hablar de lo Divino, sin excluirse. Lo primero que hay confesar sin tapujos es que todo es Divino, lo sucio, lo vivo, lo fétido, lo horroroso, lo agradable, todo lo que se pueda concebir. Vivimos en un mundo de valores que hemos llegado a establecer para normar nuestra conciencia; para hacer leyes, normas, directrices en general que derrumbarían todo lo que hemos logrado construir en milenios si aceptáramos la norma de llamar divino a todo. Generalmente lo dividimos en malo y bueno. Llamamos malo a lo que nos hace retroceder en el tiempo o el espacio, y llamamos bueno a todo lo que nos hace avanzar algo, por mas inconsistente que sea. Creo honestamente que no estamos preparados para hablar de lo divino, sobre todo, incluyéndonos en el proceso de lo Divino. Así que hagamos un convencionalismo más, por indeseable que nos parezca: hablemos de lo divino refiriéndonos a los Sat Arhat, aunque parezca que lo divino es la Unidad y la Diversidad, lo que vivimos todos los días. Pues lo Divino es la diversidad que vivimos todos los días y lo Divino es lo que vive Dios… pero si nos ponemos fuera del Divino Plan de Dios no estamos hablando de nada.

1060. Digamos que los Sat Arhat viven lo mismo que nosotros con algunas restricciones que nos parecen obvias, pero que en su conciencia saben que no pueden zafarse de lo Divino. Así tenemos un plan para desarrollar la conciencia en esta octava de la Naturaleza Humana que nos hace conocer el plan para avanzar un poco en la conciencia de las inconmensurables posibilidades de Ser y de experimentar nuestro propio Ser.

Sat Arhat José Marcelli Noli
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lunes, noviembre 03, 2008

Cartas 176

Vamos a examinar algo aparentemente ocioso, pero definitivo para un Iniciado Real. Se trata de entender qué es la Realidad y en qué se diferencia con la Verdad.

La Realidad es algo limitado a Espacio y Tiempo. Pero hay una diferencia con la Verdad. La Verdad no tiene límites en el Espacio-Tiempo. Nosotros, como Humanos evidentemente somos Realidad, pero hay un aspecto que consideramos nuestro que no pertenece a la realidad, sino a la Verdad. Ahí es donde comienzan nuestras dificultades. Nuestro cuerpo humano ocupa un Espacio-Tiempo mesurable. Podemos decir que necesitamos un cierto Espacio y un cierto Tiempo, aunque aproximado, para vivir. Con nuestro Ser no sabemos cuándo comenzó ni cuándo terminará. Somos Realidad y somos Verdad. En cuanto a la Realidad podemos compararnos con multitud de cosas, pero como Seres tenemos que recurrir a Dios, en el sentido que no sabemos dónde comienza y donde termina, y fácilmente nos confundimos.

Nuestra Realidad pertenece al campo de la Razón y la mente, nuestro Ser se le escapa. Entonces hablamos de nuestro Ser a una persona humana y lo llamamos Yo, y la gente nos reclama por egoístas. Si le llamamos Ser la misma gente nos vuelve a reclamar pensando que ya nos sentimos Divinos. Esto es un factor de desavenencias. O somos Yo, así a secas, o somos divinos. Pero, si nos consideramos divinos tenemos que incluir a todos los demás y pierde su sentido nuestro Yo. Si convencionalmente nos incluimos en el Ser nosotros, alguna gente se siente agredida.

Esto se agudiza cuando nos consideramos miembros de una comunidad. ¿Quién es Yo y quién es nosotros? Especialmente en una comunidad religiosa. Tratándose de una comunidad de Iniciados, podemos discutir algunas cosas generales, respecto a nuestros diversos Maestros, porque cual más cuál menos, cada uno tiene su estilo para hacer comprender a sus Discípulos, excepto cuando se trata de un Avatar único en su época. Entonces llega la competencia para ver quién es el que sigue al mejor Avatar.

Esto nos lleva a tratar de establecer quién es el que está más cerca de la Fuente Única y, cada cual se agarra del más cercano que tiene por simpatías de temperamento. Naturalmente que los avatares cambian y sus temperamentos son diferentes. Esto los hace más cercanos a la Realidad que a la Verdad, aunque si realmente son iniciados el asunto los deja sin cuidado, pero si son religiosos nuestros propósitos, encuentran en sus condiscípulos el mejor medio para descargar sus emociones.

El caso es que hay Iniciados Reales y estos son los que dan fe de la calidad de su Maestros. En el caso de los Maestros Religiosos no hay discusión posible. Sencillamente se tolera lo que aseguran que saben y punto y aparte.

Ahora bien, entre Discípulos de varios Maestros de Iniciación Real naturalmente hay preferencias, muy respetables y juiciosas que son conceptuales, acerca de tal o cual cosa, y de ahí no pasa, excepto cuando se trata de costumbres más ligadas a la tradición religiosa que a la Iniciática. Por ejemplo están los Discípulos que aunque se saben seguidores de una Nueva Era, se empeñan en seguir militando en la Era que los mantuvo, por cualquier razón, unidos. Sean de la época de Aries o de Piscis, e insisten en seguir sus costumbres, avaladas por el factor tiempo y sin admitir que los tiempos han cambiado, insisten en seguir a un Maestro Iniciado, y cuando él se va, como cuerpo humano, insisten en seguir por su cuenta con toda seriedad. Son adictos a la Realidad que dejó su señal en ellos como si fuera inmutable. Lo mejor es dejarlos que sigan su lucha, a sabiendas que están condenados al fracaso y, probablemente, encuentren simpatizantes de su era o por lo menos que tengan confianza en su sinceridad. De otro modo el desgaste en quererlos cambiar de posición es desastroso, por lo menos hasta cierto punto, dejándole al tiempo su convencimiento. Porque en todo lo que es Iniciático, quien lo Inició deja algunas reglas para la continuación de su obra, como se ha visto con la creación del Muy Honorable Cuerpo Colegiado y todo el aparato administrativo que le da apoyo.

Pero volvamos a nuestro asunto que es el de hacer comprender qué es un Iniciado Real a otro Iniciado Real, sin implicar nada de lo Sagrado, porque hay un nivel de Iniciación Sagrada y Real que solamente comprenden lo que se mueven entre los aspectos superiores de la Realidad y de la Verdad, es decir, los Iniciados en lo Sagrado y en lo Real. De Gurú hacia arriba, aparte de que hay algunos, especialmente en los primeros pasos entre Era y Era que tienen sus Maestros de Alto Rango Espiritual.

Un Iniciado Real lo es hasta el Grado de Gelong, utilizando las denominaciones de las Escuelas de Yoga. Del grado de Gurú, y los más adelantados, Sat Chellah y Sat Arhat, se consideran Iniciados Sagrados y Reales como se les indica al entregarles su Grado ya en público. ¿En qué se diferencian de los que no lo son? Hay varias cosas. Una de ellas es que les cuesta hablar de lo Divino, porque se han dado cuenta que lo divino es innombrable, solo en público lo dicen, a sabiendas de que no lo podrían razonar coherentemente, porque lo Divino es una parte de su comprensión universal, en la cual, ellos mismos están incluidos.

Un Iniciado habla de que está Iniciado en una búsqueda, y en esa búsqueda está implicado un Maestro, que generalmente es el suyo, o el que les haya dejado su Maestro para continuar la búsqueda; un Maestro que responde por ellos y puede valorar sus aciertos o desaciertos en la Línea, en el Linaje, que entre ambos siguen. Un Maestro que en sí mismo es una línea a seguir, no exactamente la de ellos, pero sí un punto de referencia relativo, medible, en el largo camino que les toca recorrer, un Maestro que representa a su propio Maestro en cuanto a su Linaje y, quien a su vez quedará en representación de su Maestro. En fin, esta es la Línea de Primogenitura que se atribuye a los Maestros con Linaje.

Un Discípulo de Iniciación Real a lo largo de una trayectoria, donde sus Grados Iniciáticos se miden en relación con su comprensión de la Vida como Fraternidad Universal, y su pensamiento universal no excluye a nadie, pero su propia vida se estimula por las vivencias que hacen descubrir las contrapartes oscuras de la vida que le falta vivir, para superar las etapas que le falta realizar para conocer otras más elevadas, muestra su respeto a todas las concepciones de la Realidad, donde todo lo que se vive es cierto, aunque esté equivocado desde su propio punto de vista, puesto que si puede decirse es cierto, según lo aseguró el Hermano Mayor frente a la incredulidad de sus Discípulos.

Sat Arhat José Marcelli Noli
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sábado, octubre 25, 2008

Cartas 175

Los Grados de Iniciación Real se hacen caminando.

Antes de comenzar a caminar se disfruta de la Fraternidad Universal, compartiendo experiencias, almorzando juntos, oyendo a los Maestros y haciéndoles preguntas. Se oyen cuestiones interesantes, sin comprometerse con nadie. Hay quienes se pasan toda la vida en la fraternidad sin estar inquietos con los Grados. Para ellos y ellas es suficiente. Y les queda tiempo para todo lo demás.

Hay quienes muestran interés en los asuntos espirituales y tratan de entender qué es el Ser y su naturaleza Humana y literalmente nadan en aguas profundas. Otros simplemente se interesan en el proceso histórico de todos los Seres, en general, y se dedican a estudiar algunos rudimentos y lo demás se lo dejan a Dios, o cualquiera de sus representantes sobre la tierra y se dan por satisfechos con los asuntos de la Fe, del misticismo profesional y de sus múltiples propuestas. Hay quienes tienen inquietudes sobre el destino del género humano y se dedican a hurgar en lo grande, en lo cósmico, sobre la relaciones entre las estrellas y los Hombres y se pasan gran parte de su vida insistiendo en encontrar las relaciones correctas. Hay a quienes se les facilitan los asuntos físicos, directos, que tienen relación con sus propios medios materiales de acción, de superar los procesos materiales, atenuarlos o intensificarlos de acuerdos con sus propias necesidades, y descubren en esos campos infinidad de respuestas, al grado de integrase y superarlos, con el Hatha Yoga, y demás caminos propuestos, como Karma Yoga, Gnana Yoga, Bakthi Yoga o Raja Yoga, y una gran cantidad de variantes, sin ocuparse propiamente de la Artes Marciales del Antiguo Oriente, que constituyen un ancho camino con sus propios medios y Jerarquías.

Prácticamente, todo es posible dentro de la Gran Fraternidad Universal, a menos que uno se aficione demasiado por alguna de sus propuestas, porque entonces necesita una preparación especial para poder ahondar en ella. Lo primero que se necesita es estar dispuesto a renunciar a algunas pequeñas cosas con el objeto de entender mejor lo que se pretende entender, como el uso del tabaco, el café y, si es posible, la carne, todo como una prueba de interés en lo que se piensa hacer.

En los grupos de Yamines – que así se les llama – se da información general sobre el proyecto de la Gran Fraternidad Universal, que busca elevar la conciencia hacia un centro que es común a todas las posibilidades de una conciencia, y que es aplicable científicamente a lo espiritual, entendido lo espiritual como una síntesis que engloba al todo con el Todo, o sea, a lo particular y espacial, con lo que pertenece al tiempo en cualquier momento histórico, a la unidad original expresada en un sinnúmero de formas que forman las corrientes de la realidad. A la unidad expresada en Diversidad, a lo Universal.

Esto, aparentemente, es anticientífico, ya que en la Realidad cada cosa ocupa un lugar en el espacio dentro de un tiempo en existencia. Inclusive, nosotros, los Seres Humanos, para comenzar. Esto es el ideal de los místicos, que se saltan a lo torero, todas las limitaciones y lo dejan todo en manos de Dios para cuando uno muera, o deje de tener una forma que ocupe un lugar en el espacio y existencia en el tiempo. Ese es el plano de lo espiritual, donde nada tiene una forma en espacio ni una existencia en el tiempo. Y una vez que un individuo llega a convencerse, sin ayuda de la Fe naturalmente, que en el plano espiritual todo tiene unidad y su manifestación es un conjunto de conjuntos de partículas en la diversidad, se le da la oportunidad de comprobarlo.

Hasta ahí llega el Grupo de Yamines. Si comprueba que en adelante hay que cambiar de esquemas para intentarlo no hay problemas. El aspirante a la Iniciación que queda donde estaba, en la Gran Fraternidad Universal sabe que el ensayo valió la pena. Si por el contrario, el aspirante a la Iniciación ve un nuevo camino abierto para su conciencia, tampoco hay problema, tiene que esperar a ser invitado al pre-grado de Medio Gegnián para recibir su Iniciación con una primera clave que lo hará meditar en el costo de la Iniciación como medio de servicio.

Si durante los dos o tres años de su etapa de Medio Gegnián cumple los requerimientos de su pre-grado, otra etapa de más de dos años lo puede acercar al Primer Grado de Iniciación, ya dotado de un principio de identidad que le da derecho a promover lo que ha descubierto dentro de los límites de la localidad donde ha realizado su trabajo como Gegnián.

Por eso dije al principio que los Grados se hacen sobre la marcha o se estancan debido a las posibilidades o reticencias del propio individuo, pero siempre con el mismo sentido de dar lo que se tiene a cambio de ser asistido por alguien que camina más adelante y puede darnos, sobre el camino, lo que nos falta.

Nadie está obligado a darnos nada para recibir algo de nuestra parte. Son Grados compartidos, si los sabemos compartir. Así se mueve toda la Fraternidad. Si alguien avanza es porque avanzamos todos. Si alguien se retrasa, otros lo rebasan. No hay ninguna prioridad. Se recibe y se da. A quien más da, más recibe. Y el que va adelante cuando da algo es porque recibe algo de lo que ya tiene y lo recibe de alguien que también lo tiene y lo único que hace es reafirmarse en él.

El que va delante de un Getuls, el Primer Grado de Iniciación, es naturalmente un Gag Pa un segundo grado, que al reconocer a un primer grado, o por lo menos proponerlo para un grado igual al de él se siente reconfortado y reafirmado para seguir su sendero. Y lo mismo sucede con el que ostenta el Grado de Gap Pa que fortalece a los Gelong que lo reconocen porque hace lo mismo que ellos y trabaja en diferentes países. Y así hasta Gelong, ya que los que siguen son Grados de Iniciación Sagrada y Real, por eso se les indica a los Gelong, cuando se les reconoce el Grado en público para que den el siguiente paso, el paso de lo Relativo a lo Sagrado.

Ya los siguientes Grados son mundiales. El que alcanza el nivel de Gurú tiene que ser reconocido por un Sat Chellah que reconoce en él a un Ser con sentido de lo Cósmico, con Conciencia Cósmica, y viaja por todo el mundo, sin detenerse en los lugares donde la Gran Fraternidad ha prosperado lo suficiente para no requerir su ayuda. A un Sat Chellah lo necesita reconocer, positiva o negativamente, un Sat Arhat que supone que su Conciencia es Absoluta. No hay nada ficticio o figurado en la Iniciación Sagrada y Real. Los Grados se hacen participando en todo lo que requiere la Sagrada Tradición Iniciática Real, porque implica una realización de cada uno en diversos estadios y ninguno queda olvidado por notables que sean sus actos.

Sat Arhat José Marcelli Noli
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Cartas 174

Como todas las cosas de este mundo, nuestra Institución está formada por dos partes, una humana y otra espiritual. La parte Humana tiene un aspecto objetivo y otro subjetivo. La parte objetiva es material, la parte subjetiva es espiritual. La parte espiritual tiene también su parte objetiva en su presencia material, que se une con la mental, y una parte espiritual que une lo que es propiamente material con el resto del conjunto.

En su parte material, nuestra Institución está formada por elementos humanos, con todas las consecuencias de tal condición. En su aspecto subjetivo, es decir lo que considera que el todo está en todo, ya sea que lo consideremos en aspectos aislados que se van elevando hasta coincidir en un centro común, como materia, energía, mente y espíritu comunes, o que lo consideremos implícitos, es decir, en su Ser. Si los tomamos aislados a unos de otros, pues resulta que en la materia se encuentra la energía, en la energía la mente y todos aparecen, o reaparecen, en su condición espiritual. Lo que considera uno y diverso, a la vez, Universal. El todo en todo, el único.

Para estudiar al Todo y comprenderlo mejor, lo aislamos, así estudiamos la materia con sus propias leyes y consecuencias; la energía como la mente de igual manera, y de todos modos, resulta que todo está en todo y sigue siendo único, aún con diversas Leyes aplicables para los diferentes conjuntos de conjuntos. Por ejemplo, la materia, si la estudiamos como materia, independiente de la energía, obtenemos resultados materiales, sin desligarlos de lo estrictamente energético y de todo lo demás. Así que es más práctico estudiarlo como unidad en diversidad, como conjunto. Lo mismo si se trata de algo solamente material, o energético, y aún en todos los demás aspectos, que involucran el ser una Institución Uni-Versal.

Saco esto a colación tratando de adquirir una forma de actuar con un tipo de pensamiento universal, o universalista, de cualquier aspecto de la realidad. Ser miembros de una Fraternidad Universal nos requiere que actuemos con este tipo de pensamiento. Nada está ajeno a nada, ni en lo estrictamente material, en lo estrictamente energético, mental o espiritual.

Esto es una premisa para ser miembro de La Gran Fraternidad Universal, fundada por el llamado, por nosotros, Muy Sublime Maestre Avatar, como prototipo de la Institución de la cual nos hacemos solidarios. De cualquier otro modo nos hacemos solidarios de movimientos que tienen un propósito limitado a lo científico, lo militar, lo político o lo sectario, espiritual, basado en la Fe.

Si nos proponemos comenzar a darle vida al proyecto universalista del Maestre tenemos que ser congruentes, o dedicarnos a una lucha individual como la que ya estamos empeñados, donde cargamos con todos las experiencias, o, los cual es peor, subrepticiamente lo tratamos de imponer, sin declararlo abiertamente, como en el caso de los problemas que ha causado un dignatario nuestro en Nueva York. O nos atenemos individualmente al criterio mayoritario del grupo, o, entonces, obramos individualmente y nos atenemos a las consecuencias. En caso de hacerlo no hay problema, podemos hacerlo, pero no mezclemos las cosas y no nos declaremos víctimas. Por otra parte, con miras a saber cuáles son nuestros objetivos, dejemos opinar a los demás y, en caso de no coincidir con el grupo mayoritario, apartémonos de ese objetivo y tomemos de los muchos otros proyectos en los cuales coincidamos.
Esto, de antemano, no es fácil, pero es totalmente necesario para obtener buenos resultados. Comencemos a replantearnos el proyecto de una Gran Fraternidad Universal. Hay una parte para todos, seamos materialistas, artistas, científicos o espiritualistas, donde todos podemos proponer de acuerdo con nuestras experiencias, estando obligados a demostrar nuestras experiencias con hechos, digamos con espíritu más o menos científico. Luego, podemos ensayar la validez de lo que no sabemos, de lo que han dicho que da resultado, lo que creemos, lo espiritual.

Delimitamos así dos campos, el de la Conciencia y el de la Fe.

En el campo de la conciencia no tenemos límites que no correspondan a los hechos. Ahí podemos convivir, compartir, con variedad de gustos y de experiencias, aceptando o rechazando lo que sea de nuestro gusto o no. Cada quien en lo suyo. Así podemos ensayar la parte operativa, digamos, de la Fraternidad Universal. Para eso es la Gran Fraternidad Universal.

Ahora, todos, por lo general, tenemos aspiraciones espirituales que trascienden lo que sabemos y entran en el terreno de la Fe. La fe es lo que creemos, no lo que no sabemos. Necesitamos una preparación con base en desligarnos de lo que nos atrae. Necesitamos la formación de Yamines, como la hemos llamado, donde nos pueden dar una información general, que nos haga saber sobre lo que tenemos y lo que queremos adquirir. Sin ningún compromiso. Si consideramos que a nosotros nos sirve, después de una preparación mínima de seis meses, podemos tomar decisiones. En caso de que alguna información sobre la espiritualidad nos haya impactado especialmente, hay que pasar por un examen, y si se nos considera apto para recibir más, podemos ser invitados, eventualmente, a avanzar en nuestra preparación como Medio Gegnián, con una clave que nos facilitará realizar este nivel. Después de dos años, como mínimo, podemos ser invitados a la honorificación de Gegnián. Hasta ahí llega la Fraternidad.

Los Grados que siguen son ya de Iniciación Real, comprobada a través de hechos, bien realizados y debidamente constatados. Cada uno de ellos con claves de grado, de acuerdo con el avance de cada individuo.

Todos los grados que siguen son de Servicio a la Gran Fraternidad Universal. Ningún privilegio de prestigio, de mando o de potestad se adquiere con ellos. El hecho de sumar diez años de servicio, o de toda una vida no nos da derecho a nada, ni siquiera de dar opiniones, a menos de ser requerido para darlas.
Todo esto puede parecer un intento místico basado en el sufrimiento y la abnegación, pero no es más que la preparación para cumplir un deber de pensar con sentido Universal. Básicamente se busca el despego a las condiciones que nos atrapan en la realidad y nos impiden la liberación hasta sus últimas consecuencias en este plano de manifestación que, por cierto, no es el único. Repito, todos los Grados de la Sagrada y Real Iniciación son de Servicio a la Gran Fraternidad Universal, la cuál es la única razón de la existencia de cualquier Grado. De hecho, los pocos o los muchos años que se está en cada Grado, son exclusivamente para probar y realizar el Grado. No hay más.

Sat Arhat José Marcelli Noli
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Cartas 173

Sigo comentando las inquietudes del Honorable Gurú Gerardo Motoa:
¿Hacia dónde vamos con nuestra Gran Fraternidad Universal y sus Grados de Conciencia?

Vamos hacia la Gran Fraternidad Universal, a la Unidad con Diversidad, al Universo, donde ya estamos y solamente nos falta reconocernos a todos en uno, y a cada uno en todos.

¿Acaso lo que llamamos la Unidad Pura no es un Ente Absoluto que llamamos Dios?

¿Y no lo llamamos Dios porque incluye a todo, inclusive a todos nosotros, como individuos, de diversos colores, razas, creencias, conciencias y demás?

Si a Dios le faltara algo, ese algo somos nosotros. Pero no le falta nada, por más que se nos acuse de racistas. Lo que pasa es que nos asombra el fenómeno de Dios y nos agarramos de lo que podemos. Si algo nos dio resultados, que consideramos positivo, aunque otros los consideren negativo; si algo sirvió para darnos cuenta y poderlo manifestar unidos durante cierto tiempo, pensamos que nos mantendrá eternamente unidos, para darnos el poder de la fuerza, sin pensar que Dios es constante cambio, donde todas sus posibilidades se confrontan unas con otras hasta descubrir que son de la misma esencia, y repetimos la misma historia.

A todos, en una u otra forma nos pasa lo mismo. Luego llega la Ciencia y nos dice que lo que una vez sucede, sucede siempre, y dale, que el clavo queda bien remachado, sin pensar que cuando la Ciencia lo dice, lo dice porque hasta ahí es donde llega nuestra Con-Ciencia y lo podemos comprobar. Luego la propia ciencia nos dice, que en el fondo, todas son posibilidades. Por una parte nuestras creencias nos dicen que todo se resume en el AUM, y por el lado contrario las Ciencia y la ConCiencia nos dicen que solamente son posibilidades.

Lo primero que se nos viene en mente es la dualidad, el Ser y lo Humano. La parte positiva y la contraparte negativa, las dos mitades del conocimiento, que nos impulsan hacia arriba, para darnos más oportunidad de conocernos, siempre hacia arriba y hacia delante, en periodos que se pueden medir en ciclos y que les llamamos Grados de Conciencia, sobre lo que hablamos mucho y discutimos vanamente, y de todos modos, medimos con nuestra Consciencia que nos da la potestad de decir sí, hasta aquí, y aún falta mucho, no en razón de los que miden la conciencia, sino en razón de los que ya fueron medidos en ciclos anteriores. Muy bien, puesto que es lo que acabo de leer en la inquietud del Honorable Gurú, en su nueva pregunta, implícita en su escrito: “Por si a alguien le Interesa…”

Sat Arhat José Marcelli Noli
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Cartas 172

Sobre la Nota del H. Gurú Don Gerardo Motoa:

Hablaré un poco del mismo asunto. Es muy válida la pregunta que está implícita en las averiguaciones del Honorable Gurú Don Gerardo: ¿Adónde vamos como institución?

Ya he dicho varias veces que todo lo que pueda decirse sobre cualquier asunto es válido porque es la respuesta a una inquietud. Tal vez no sea de nuestro agrado porque estamos algo adelantados, o tal vez nos quede muy por encima de nuestras actuales inquietudes. Pero es una respuesta que debemos tomar en cuenta, no sólo por cortesía, sino por su significado, por la oportunidad que nos ofrece de estudiar en forma más amplia nuestras propias inquietudes.

El caso es que es una pregunta para todos los que hemos adoptado alguna de las incalculables consecuencias que nos plantea seguir alguna Línea de la Gran Fraternidad Universal. ¿Hacia dónde vamos todos, en general? Porque cada quien va por su propio camino, como individuo. ¿Y cómo grupo de individuos que van por su propio camino, qué es lo que nos identifica?

Vamos siguiendo un camino donde cada uno es singular, porque está cambiando y porque está tratando de ajustar su cambio al cambio de todas las cosas. ¿Tenemos todos alguna noción del resultado final del cambio al cual vamos a llegar? Ahí está la primera dificultad. Todos tenemos una idea diferente en qué consiste ese cambio. Pero creemos que estamos buscando un cambio entre todos. Solamente creemos, no sabemos si lo vamos a conseguir, sobre todo, juntos, porque eso nos haría a todos iguales y ya sabemos que no puede ser así.

¿Buscamos oportunidades de cambio? Tal vez alguien las busque. Pero en todo caso serían oportunidades de cambio dentro de un sistema, como de hecho lo estamos haciendo. Esto sería lo mejor para todos. Nos haría mejores que a los demás. Por lo menos, más sabios o menos tontos, según lo quisiéramos ver, para seguir siendo los mismos. Porque siempre hay opciones adelantadas, y siempre hay muchos retrasados. O sea lo mismo que éramos antes de entrar en alguna Línea de la GFU. No lo creo, si lo que buscamos es un cambio de fondo en nuestra condición de Seres Humanos.

Y esto nos pone una disyuntiva, ¿queremos cambiar como individuos y ser todos iguales? No es posible, por las edades, herencias, ambiciones individuales y asuntos personales. ¿Queremos cambiar como grupo de individuos para ser más o menos parecidos? Eso nos pondría por encima, o por debajo de los demás. Entonces ¿qué queremos?

Crecer, desde luego. Pero eso nos hará más diferentes que al principio, más solitarios, ¿con quién compartíamos las circunstancias que nos presentara la Vida? Creceríamos, sí, pero sólo hacia adentro, no habría con quien compartir lo que la Vida nos hiciera descubrir. Y eso nos haría más singulares de lo que ya somos, más ajenos a una realidad que vivimos dentro de nuestras diferencias, y al mismo tiempo más conscientes del significado de esas diferencias.

Pues eso es, precisamente, lo que estamos buscando como grupo.

Ser conscientes de nuestras diferencias y resumirlas en una crisis hacia dentro de nosotros mismos para conocer más a fondo en qué coincidimos y en qué nos diferenciamos; para sumar las coincidencias y observar cuáles son nuestras diferencias. Para ser más conscientes de nosotros en relación con lo demás y unificar, de ser posible, nuestras diferencias. En caso de no ser esto posible, por lo menos ser conscientes de nuestras diferencias y optar por esperar abriendo cauces de comprensión, si quienes estamos fuera de la realidad somos nosotros, sin reaccionar en contra de los que quieran llevar la contraria. Porque alguna razón oculta, tal vez errónea, los pueda estar alentando; pero en todo caso, nos hace ser partícipes de su conducta aberrante, en caso que sea aberrante para nosotros y lógica para ellos.

Y aquí es precisamente donde entra la cuestión de los grados, grados de comprensión, desde luego. ¿Hasta qué punto es consciente un Hermano de su conducta? Ahí entra en juego nuestro grado de comprensión. ¿Realmente lo superamos en Grado? Si ya pasamos lo que él nos muestra no lo criticamos, lo comprendemos, estamos en sintonía con él, lo podemos ayudar a realizar su grado de conciencia y a superarlo. Si, por lo contrario, nos parece poco comprensible su grado de conciencia, es así porque ya tenemos experiencia para hacerlo.

Esto es fundamental para reconocer un grado. Si, por ejemplo, vemos que un Hermano insiste en hacer cosas que superan a su grado podemos comenzar a estudiar la posibilidad de elevarlo de grado, por la sencilla razón de que ya pasamos por ahí. ¿Quiénes? Los que tienen el grado inmediato superior, naturalmente, que son los que ya superaron ese grado, y son los que lo pueden comprobar mejor. Pero, pónganse a comprobar si ya tiene el Grado desde un nivel más elevado y verán que todavía le faltan muchas cosas que realizar. Entonces se discute vanamente en torno a dicho grado. Tentativamente, puede argüirse que es para llenar un hueco en una Jerarquía inexistente y que ya las experiencias lo harán darse cuenta. Pues sí, pero hay que ampliar que es un Grado concedido a nivel de experimentación, no totalmente realizado. Esto es válido en una Jerarquía en plan experimental, pero no en nuestro caso donde ya tenemos una Jerarquía que cubre todos los estadios de los Grados.

Ahora bien, ¿hacía dónde vamos, como grupo más o menos constituido?, hacia el encuentro de las máximas posibilidades de Ser en la actual dimensión donde nos encontramos, que por cierto, no es la única.

Vamos hacia una síntesis que amalgama muchas de las síntesis individuales que se van superando, que son válidas cada vez en más amplios horizontes, que no rebasan la compresión de cada uno de quienes los alcanzan. ¿Esto nos cambia de ubicación? No, solamente somos más conscientes de Ser mucho más de lo que somos, sin excluirnos de lo que vamos alcanzando.

Ahora bien, esto nos hace Ser más y mejores sin excluir a nadie. No podemos hablar de espacio ni de tiempo. Somos más y mejores, sin cambiar de espacio o tiempo, aquí y ahora, generando en cada intento mejores propuestas, convidando a otros a vivirlas por el convencimiento de sus propias personalidades. Somos Universales como la nueva Era del Acuarius lo pide. Cada uno pretende ser representativo del grupo, sin dejar de ser un individuo que se representa a sí mismo. Somos como un sólo individuo con muchas facetas unidas en un propósito común de Ser. Somos una Gran Fraternidad Universal.

Sat Arhat José Marcelli Noli
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Cartas 171

Seguir a Estrada no es seguir a un hombre, es seguir una línea, la línea de los Budhas, los Christos, los Tunupas, Wiracochas, Quetzalcóatls, Etcétera...

En esta línea está descrito todo el destino del Sublime Hermano Mayor, o sea la Sagrada Tradición Iniciática en América.

Hace 25,920 años, esta tradición apareció en América; luego aparecieron los Lemurianos, el culto al Dragón y la Serpiente que Vuela. Más tarde apareció la Cultura de los Atlantes, cuyos monumentos se observan en las Culturas Occidentales de Mesoamérica.

Fíjense en esto –nos recalcó el SHM, a un grupo de sus discípulos: – Todo lo que pueda pensarse, y se pueda decir, es cierto. – nos miró a todos. Nadie respondió.

Mucho tiempo después de rondar el significado de esas palabras, se me hizo más fácil entender. Finalmente, esto se dio en todo su esplendor en la cultura Acuariana, que además señala una línea representada por el Sublime Maestre Avatar y se da también, en todo su esplendor en su Primer Discípulo, el MSHM.

Tal vez a alguien se le ocurra pensar como en la época de Aries, en que algunos prestaban dinero a los reyes con la condición de que los dejaran ser de los primeros en meter mano en el botín de sus guerras. Un Iniciado debe de cambiar con las Eras. Así es el SHM, siempre con la perspectiva Acuariana. Todo lo que puede pensarse es cierto.

He pensado todo eso y la conclusión es que: pensar, en la Era del Acuarius, implica pensar en todo lo que se piensa ahora. Todo lo que se piense ahora, es cierto para un Iniciado actualizado.

Naturalmente, las perspectivas Religiosas siguen igual. Aquello que nos unió en Aries, los religiosos aún tratan de hacerlo prevalecer en Aquarius. Para un Iniciado, esto no es posible. El Iniciado quiere cambiarlo todo de acuerdo con las perspectivas de la Nueva Era.

¿Eran correctas las ideas de Aries? Sí en su momento pero cuantitativamente y cualitativamente son ideas diferentes a las de nuestro presente.

Lo importante ahora es cambiar los valores que nos dieron unidad y nos afirmaron en una etapa histórica que ahora ya no se da.

El momento histórico es diferente. Ahora se trata de hacer prevalecer que todo lo que se piensa en la Era de Acuarius, es posible para toda la Era. Lo principal ahora es la Equidad.

Sat Arhat José Marcelli Noli
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Cartas 170

Entrar en el silencio no significa entrar en otra dimensión, sino aquí y ahora, en el Espacio y en el Tiempo, donde todas las palabras siguen significando lo mismo, pero en una dimensión más abierta de la Verdad, especialmente cuando se pasa de lo Humano a lo Sagrado. Es la prueba del Getuls y luego es lo la prueba del Gurú.

Hay una prueba antes de intentar la prueba del Gurú, la de la primera Cámara. Si uno no nota que algo ha cambiado, por fuera, en el ámbito de realidad cotidiana, no cambiará en el futuro nada. Naturalmente, uno se acostumbra a la buena compañía, al círculo de amigos dentro de un proyecto en común, pero nada ha cambiado. Si por el contrario, uno nota en las cosas de todos los días una sensación de novedad, de más cercanía a su naturaleza esencial, a su verdad en todas partes, e influye sobre uno en la comprensión de otras verdades diferentes, va por buen camino.

Si uno llega a ver en cada Cámara esta novedad, en la medida de su capacidad, y nunca por encima de ella, está preparado por fuera para afrontar las dificultades con ojos que ven y oídos que oyen, para citar la frase del Maestre Jesús. Una vez le preguntaron al MSHM cuál era ahora mi Cámara, ya que había pasado por las otras tres Cámaras, la de Getuls, la de Gag Pa y la de Gelong. Él contestó, como no dando importancia al asunto: el Hermano Marcelli está preparado para salir a la gran Cámara del mundo.

Entonces no tiene importancia, pues todos estamos aquí

Te voy a contar una parábola, para que me entiendas. Resulta que cuando el discípulo está preparado, el Maestro lo toma de la mano y lo pasa a la Primera Cámara; luego lo observa y cuando llega el tiempo, lo pasa a la Segunda Cámara, finalmente, lo pasa a la Tercera. Cuando ha terminado lo saca afuera

Aquí estamos todos, no tiene ningún merito sacarlo

Lo saca porque va a afrontar la gran prueba, la de ir por el mundo con ojos y oídos que ven y oyen, para ayudar a entender que la Verdad y la realidad son una sola y que la conciencia no alcanza para entenderlo.

La palabra silencio se encuentra en el umbral de las Cámaras Secretas.

No se trata de dar el gran salto de la Realidad a la Verdad. Las dos se hacen una sola. Las cosas se ven más verdaderas que antes, y son las mismas cosas. Hay más seguridad que antes. Uno siente más cerca la Verdad. A medida que va pasando de Cámara en Cámara, resultan más verdaderas las mismas, no otras. Algo interno aflora a la superficie. Tal vez haya una nueva actitud hacia ellas, uno las toma con mucho respeto. Así tiene que ser. No las discute, es la Verdad para el que lo afirma, pero no tiene que ser la misma Verdad para el que escucha. Algo ha cambiado en el que escucha y se da cuenta. Tal vez tiene más información, pero no contradice al que lo afirma, se da cuenta de que la misma cosa puede tener varias versiones en la Realidad, en la relatividad.

Algo fluye, en cierto sentido, desde adentro, uno lo reafirma por dentro. Después de todo, la verdad es una por dentro, ¿qué tiene la verdad que se hace varias por fuera? Esto no disminuye la propia Verdad, la hace multiplicarla. Lo importante es que uno la hace cierta por fuera. Va dando cuenta de que se va ensanchando por dentro y fuera. Hay formas de decir las propias verdades, por dentro y por fuera. Uno va creciendo por dentro. Siente que vierte hacia fuera su verdad, la acepta. Después vierte su propia verdad y comprueba que ambas verdades son una sola verdad.

La Realidad está en uno, algo que le consta a uno, hacia fuera está la multiplicidad. Si otro le consta su propia realidad, la Realidad está con él. Pero más adentro, uno comprende su realidad y la ajena, son una sola verdad. Esto se va dando cuenta dentro de Cámara. Al no defender a la propia verdad uno se va acercando a la Verdad, bajo muchas formas. Nace en él y abarca todos los niveles de la Verdad. Esto es especialmente cierto pues de él nace la verdad. Se vuelve omnipotente. Brota de uno mismo.

Si no fuera así, no significarían nada la Cámara de Getuls, la Cámara de Gag Pa, ni la de Gelong. El paso de lo humano a lo Sagrado no significaría nada. Un mero artilugio. El nuevo Getuls se dedicará a hacer política. No cumplirá su función. Un Nuevo Gurú, tampoco. No se trata de que sea su propia Verdad.

La esperanza se perderá.

Por eso proliferan los Gurús en la actualidad. Tal vez no lo sepan. Tal vez crean que tienen su propia Verdad, no la de todos los demás. La Verdad es una, cualesquiera que sean sus consecuencias.


Sat Arhat José Marcelli Noli
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Notas 1041 - 1050

1041 A lo largo de unas mil notas he ido perfilando la idea de un acercamiento a la comprensión de la realidad como reflejo limitado a forma y existencia de la Verdad, sin principio y sin fin. Hemos dicho que la realidad es una manifestación en Espacio-Tiempo de la Verdad. Precisamente, lo que permite a la Realidad hacerse presente es la enorme cantidad de experiencias que ha acumulado en forma de constantes universales que nosotros comprendemos como Leyes. El Sublime Hermano Mayor nos enseñó que Dios es un conjunto de Leyes a través de los cuáles se manifiesta todo lo que vemos y palpamos.

1042 Como la Verdad no tiene límites, la Realidad es una versión limitada de la Verdad. Lo sensato es aceptarla tal como es, sin hacernos la ilusión de que estamos contemplando toda la Verdad. Aquel Juramento Norteamericano que pide decir la Verdad, toda la Verdad y nada más que la Verdad, parece redundante, pero no lo es. Desgraciadamente, en Iniciación tenemos la mala costumbre de quitarle o aumentarle algo a nuestra pequeñísima Verdad. Lo mejor sería que la aceptáramos tal como es, sin agregarle o quitarle nada, para no caer en el autoengaño.

1043 Aceptar la Realidad tal como es resulta ser el primer paso hacia la Sabiduría, siempre que comprendamos lo que la Realidad nos dice por el simple hecho de manifestarse. Esta es la primera confrontación con nosotros mismos. Lo que nosotros manifestamos con nuestra Realidad personal y frente a la Realidad Natural cuando no la falseamos. Nuestra Realidad Personal es el resultado de nuestro esfuerzo individual, y la Realidad Natural es el resultado del esfuerzo de la humanidad durante bastante tiempo. Y aquí aparece la primera pregunta ¿podemos cambiar algo? Naturalmente que sí, para eso estamos aquí. La segunda pregunta es más difícil. ¿Podemos cambiarlo sin buscar nuestro beneficio? La tercera es concluyente. ¿Podemos actuar como servidores del Plan Cósmico que nos involucra a todos?

1044 Esta última respuesta es la que define a un Iniciado Real de uno que no lo es.

1045 El Iniciado Real trabaja para Servir a la Vida. Ese es el Servicio impersonal al cual se refirió el Muy Sublime Maestre Avatar. Servir a un Maestro, un Maestre, o a los compañeros, es altamente meritorio. Servirse a sí mismo de antemano está justificado. Pero Servir a la Vida sin beneficiarse aparentemente, es un trabajo de gigantes del espíritu, como ya se les ha llamado. ¿En qué nivel? En cualquiera que sea. Hay trabajo para todos. La capacidad de hacer es la que distingue a nuestra especie dentro de todas las especies. Hay quienes tratan de servir a la tierra, simplemente, al Aire, al Agua y hasta al Fuego, respetando sus cualidades de guardianes de frontera. También hay quienes velan por los vegetales y los animales, y unos pocos, ciertamente, por los humanos.

1046 Estos últimos son los Iniciados Reales, que son Iniciados por que su misión es la de iniciar a los humanos en su paso a lo Sagrado, lo cual es de lo más complicado y contradictorio, porque, cual más o cual menos, todos estamos apegados a nuestras sensaciones, emociones, pensamientos y religiones dentro de la consigna de producir y consumir, inclusive, a la producción de Iniciación Real.

1047 Si alguien sirve a la Vida ¿a quién sirve? Al Potencial sin principio y sin fin del SER. ¿A cuál Ser? Simplemente al Ser, sin condiciones. Dios se está conociendo a sí mismo a través de la forma Humana, dijo el Sublime Hermano Mayor. Decir que la forma le sirve al Ser para tener conciencia de sí mismo no es poca cosa. Estamos en el Universo, en algo que mantiene su Unidad dentro de su Diversidad. En los minerales el Ser se estructura lentamente a través de conjuntos y conjuntos de partículas que van definiendo y dando base a los conjuntos de conjuntos de elementos químicos que forman las moléculas. A su vez, las moléculas se van especializando y llegan a formar células por afinidades selectivas y electivas. Las células son altamente especializadas y, siguiendo la misma Ley, forman órganos y aparatos, los cuáles, a su vez, llegan a constituirse en sistemas.

1048 La Conciencia, la facultad de darse cuenta de la Realidad, se forma desde las primeras asociaciones de partículas, pero es hasta llegar a la forma humana que comienza a percibir las formas en su conjunto. A partir de ahí comienzan a aparecer las cualidades. ¿Sirve para la evolución de la Vida? Es bueno y es bello. ¿Degrada a la Vida? Es malo y es feo, hablando por encima de conjuntos y conjuntos de conjuntos formados por partículas pasivas y negativas. Con esto se puede comprende por qué, en diferentes culturas, se habla del Uno que se manifiesta como dos, en positivo y en negativo. Lo mismo que nosotros en el Ser manifestado en versión hombre y en versión mujer.

1049 La Conciencia, al desarrollarse, nos hace comprender que la Esencia de todo está en el Potencial del Ser, y que manifiesta solamente lo que el Plan Cósmico le permite manifestar que, por cierto, no es lo único que puede manifestar. Decía el Sublime Hermano Mayor: Dios se encuentra encadenado a sus propias Leyes. Es claro que nosotros podemos pensar e imaginar lo que queramos, pero la experiencia la configuran las Leyes y las Leyes también se perfeccionan a medida que la experiencia avanza.

1050 En este punto es donde comienza la iniciación en lo Sagrado, en la aceptación total de la Realidad. Cuando un Gurú-Iniciado deja atrás sus emociones, sensaciones, conceptos, creencias y suposiciones, para aceptar la Realidad tal como es, sin exigir nada a cambio, aflora en él una nueva fuerza que sale de su SER y le permite hacer. Entonces comienza a ser un colaborador de la Vida. Es un Ser al servicio del SER. Para que eso suceda tiene que encontrar a su Maestro y seguir sus indicaciones.

Sat Arhat José Marcelli Noli
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