sábado, noviembre 03, 2007

Cartas 136

Lo oculto no es tan misterioso e inalcanzable como se supone a veces. Para comenzar, lo oculto se encuentra en nosotros mismos, pues no sabemos quienes somos ni que andamos haciendo aquí en este mundo. Además de las necesidades que se evidencian por instinto, como dormir, comer o respirar, es muy poco más lo que sabemos sobre nuestras demás necesidades, afectivas, mentales, espirituales y trascendentales. Sobre lo espiritual y lo trascendental, tenemos a veces informaciones muy misteriosas que a veces nos hacer actuar en forma poco sensata.

El planteamiento que hace el MSMA sobre esta situación es sorprendente por su sencillez, aparte de que, paradójicamente, no sea fácil de entender. Por ejemplo, dice que nuestros conceptos espirituales y trascendentales nacen de la tesis y la antítesis, pero que ambas son insuficientes para explica estos asuntos a fondo, por tanto, es necesaria la síntesis para poder intentar la Matesis, la asimilación viviente de su significado. Su Primer Discípulo, el MVHM, insistía en que un Iniciado Real debe de ser un ejemplo viviente de lo que enseña a sus Discípulos. Y aún más, que debe de exigir a sus Discípulos que intenten, por lo menos, vivir lo que piensan. Siempre nos recomendó que tuviéramos el mayor respeto posible con sus Condiscípulos y con los Discípulos de sus Condiscípulos. Nos dijo, por ejemplo, que fue correcto lo que hicimos - retirarnos en paz - cuando se usó la violencia para destruir la Primera Cámara de la Nueva Era. Conocedor de la condición humana y en especial de la tradicional belicosidad de algunos pueblos latinoamericanos llegó hasta prohibirnos comer chile (ají) a los mexicanos, lo cual estuvo por encima de nuestras posibilidades y propició el contrabando y el mercado negro de chiles en los Ashrams de la RedGFU.

Lo evidente de lo oculto es la ignorancia. En la mayoría de los casos nacemos ignorantes sobre nuestra razón de Ser, vivimos ignorantes y nos morimos ignorantes. Para mí, ese es nuestro verdadero pecado original - dicho sea con respeto para quienes creen otra cosa - porque es la causa de todos los demás pecados. Pero Saber no es solamente tener conceptos o datos sobre algunas cosas o situaciones, sino ser capaz de asimilar y de vivir lo que se sabe, sobre todo, para no emplear lo que se sabe para explotar o humillar a nadie. Recuerdo a un personaje muy respetado por sus conocimientos que me dijo:
Estrada se equivocó.
¿Por qué? - le pregunté.
Se sobresalto un poco, porque no estaba acostumbrado a que lo cuestionaran. Lo pensó, y agregó:
Desobedeció al Sublime Maestre.
¿En qué? - volví a preguntarle.
Su sobresalto comenzó a convertirse en enojo. Me miró con fijeza y le sostuve la mirada relajado y con cara de inocente (Eso lo aprendí en un libro de Don Antonio Velazco Piña). El gran hombre me siguió mirando con intensidad y yo me relajé más. Después de unos minutos, contestó:
Simplemente, desobedeció al Maestre.
Seguimos mirándonos varios minutos, sin agregar nada más. Entonces yo rompí el silencio:
Me doy cuenta de que hay criterios diferentes y que no nos pondremos de acuerdo fácilmente. Ya que tengo el honor de que usted me haya llamado para conversar quiero aprovechar la oportunidad para pedirle que mantengamos nuestros criterios con dignidad y caballerosidad. Entonces si se enojó y me increpó:
Porque dice usted eso.
Le expliqué cuales eran los incidentes desagradables que yo había vivido sobre ese asunto y que podía comprobar si era necesario. Me di cuenta de que el enojo se le convirtió en asombro y abrió más los ojos y no dijo nada. Lo seguí mirando y le dije:
PAX…
Era evidente que ignoraba muchas cosas.

La ignorancia es osada - Dijo un señor indignado durante una charla que di en un salón de Madrid, en España, mientras se levantaba de su asiento y daba un portazo para salir. El hombre tenía pinta de aristócrata y no dudé de su sinceridad, sólo que comprendí que era sincero en su fe, pero no con su acervo cultural. En el Aeropuerto de la misma Ciudad, una dama joven y bella literalmente me atajó el paso y me espetó:
¿Por qué te vistes como Maestro? Eres un farsante.
Sonreí y le di una explicación muy sensata y sencilla. Ella quiso rebatirme, pero no tuvo argumentos. Finalmente exclamó con desprecio.
Esas palabras te las pone el Diablo en la boca.
Mejoré mi sonrisa y le pregunté a mi vez.
¿De quién es hijo el Diablo?” - Abrió la boca para decir algo y no encontró nada. Le hice una inclinación respetuosa y me escabullí.

Cuando se trata de Poderes Ocultos, los asuntos se vuelven más amenazantes. Hace varios años me encontraba yo en la Casa Sede de la RedGFU en Tijuana, Baja California, sentado en un cómodo sillón, disfrutando de un programa artístico organizado por la Hermandad, cuando oí la voz queda pero incisiva de un señor con rostro de indígena que se había colocado en cuclillas al lado de mi asiento y mirando siempre al frente, y sin mirarme, decía:

Ahora sí se te llegó tu hora. Los Ancianos de Poder están en la montaña haciendo una danza para ponerte en el lugar que te corresponde.
Otra vez sonreí y procuré ponerme transparente pensando en las lejanas montañas donde viví experiencias que se parecen a las de los Chamanes cuando afrontan con valor las fuerzas de la Naturaleza y le contesté, en voz alta, sin mirarlo:

Prepara una infusión con yerbitas y mantenla caliente para que los Ancianos de Poder no se acatarren cuando bajen del cerro. A mi me hacen lo que el aire le hizo a Don Benito Juárez. Algunas personas voltearon a verme y el mensajero de los Ancianos comenzó a dar pasitos hacia atrás, reculando, como dicen los españoles, hasta abandonar el salón. Los Hermanos me preguntaron qué me pasaba y les dije que me había acordado de la época en que Don Benito Juárez, el prócer indígena, anduvo por los yermos del Norte afrontando los ventarrones sin que el viento lo despeinara.

Sat Arhat José Marcelli Noli
www.redgfu.net/jmn

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