martes, abril 12, 2005

Notas 390/397

Notas 390/397

390
El Sendero, es la Vía, el Camino, la Vida. El punto de partida de cada jornada de la Vida se da en el encuentro de tres almas. Dos que se polarizan buscando la unidad original y una que se hace presente, apoyada en las dos, por afinidades selectivas y electivas: el hijo. La Madre es una fuerza centrípeta de amor, el Padre es una fuerza centrífuga de libertad. El hijo, o la hija, es un instante de equilibrio entre los dos polos que responde a la necesidad de unidad en la dinámica de la Realidad y se constituye en una nueva fuerza de unión material, psíquica, mental y espiritual, para los tres, con alma y destino propios.

391
Cada Alma es un conjunto de experiencias acumuladas por el potencial del Ser que, como unidad sin principio y sin fin, se expande y se contrae, del centro hacia periferia y de la periferia hacia el centro, sin perder su unidad eterna y sus posibilidades infinitas de manifestación, generando el Espacio en su contracción y el Tiempo en su expansión. El Rit, el ritmo, de expansión y contracción, producen vibraciones – Verbo – y las vibraciones se activan y se asocian buscando su unidad original en el Ser, y se combinan como partículas minerales. Siguiendo el mismo plan, las partículas minerales se agrupan en organismos vegetales y después en organismos animales para culminar en almas particulares individualizadas, del Ser, en lo Humano.

392
La condición relativa del Ser en lo Humano constituye la forma y la existencia polarizada del Hombre y de la Mujer, sin dejar de Ser Potencial Puro e infinito en sí mismos, o sea que, en cualquiera de sus manifestaciones en la Realidad en la relatividad, el Ser mantiene su unidad. Esto, dialécticamente es una contradicción, pero hay que considerar que el Ser como Unidad es Verdad y sus manifestaciones son Realidad. Por eso el Ser Humano, Hombre o Mujer, es un individuo con identidad propia, particular, como síntesis y matesis de una gran cantidad de partículas atómicas, moleculares y celulares organizadas en un propósito común. Este propósito común de las partículas lo da el Alma y la conciencia que genera como identidad.

393
Así, resulta que cada individuo, en cualquiera de sus polaridades es un microuniverso hecho a imagen y semejanza del Macrouniverso, al cual está ligado irremisiblemente. En el Ser es Unidad y en el Espacio y Tiempo de su naturaleza humana está sujeto a la diversidad. Ese es el Plan Universal: la Unidad que se experimenta a sí misma en la diversidad y forma Almas y Conciencias Individuales.

394
Dentro de las Vías, Senderos o Caminos de realización llamadas espirituales, hay diferentes criterios con respecto a la realización de los Seres Humanos. La idea del Ser se asocia con lo Sagrado, lo Secreto, lo indecible, invisible, inaudible y, curiosamente, con la Omnipotencia, la Omniciencia, inclusive con la Omnipresencia. Lo Humano, en femenino o en masculino, se considera limitado, deleznable y mortal, todo lo cual es simplemente incapacidad para definir lo inespacial e intemporal, lo eterno. En muchos casos el Ser, como Ser Supremo, es Dios y se acepta por presentimiento, por Fe, sin intervención de la Conciencia de lo Humano.

395
Desde lo Humano, desde la Realidad, el asunto se hace intrincado cuando se intenta poner un nombre audible o una forma visible a Dios, al Ser Supremo. Entonces, por la diversidad de almas y de conciencias humanas, aparecen conceptos particulares diferentes, por lo menos ligeramente, a los conceptos de los demás. A veces algunos conjuntos de Seres Humanos logran ponerse de acuerdo convencionalmente entre ellos, lo cual resulta conflictivo para otros grupos de Seres Humanos que, por su cultura, geografía o historia, están de acuerdo con otro concepto convencional diferente. Esto da lugar a las guerras santas de mayor o de menor magnitud.

396
En el Sendero de la Sagrada Tradición Iniciática Real se propone la equidad, el equilibro entre la Fe y la Conciencia, que equivale al equilibrio entre la Ciencia y la Religión. Esta propuesta desde siempre ha sido la de la Sabiduría. La Fe, el presentimiento de algo superior a lo que tenemos, se mantiene abierta a lo Sagrado, lo Secreto, lo Divino e Infinito, y la Conciencia se activa y se despierta a para sentir, valorar, pensar y amar lo Sagrado en el aquí y ahora del Espacio y del Tiempo, en el presente que es lo eterno reflejado en la Realidad.

397
Esto es lo que han dicho siempre los Maestres y los Maestros y lo han ejemplificado con sus vidas. Lamentablemente, las interpretaciones de sus discípulos oscilan siempre entre la religiosidad fanática y el escepticismo miope. Ese es nuestro problema.

Sat Arhat José Marcelli Noli
www.redgfu.net/jmn

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