Cartas
Acabo de cumplir 80 años y siento necesidad de volver a hablar de lo que no me gusta hablar y prácticamente hablo y vivo todos los días desde hace más de cincuenta años, sobre la pareja humana, o mejor dicho, sobre la dispareja humana, porque la en sì pareja no necesita comentarios.
El caso es que la Piedra de Toque de los Iniciados Reales – y de los no iniciados todavía – es el asunto de la pareja. Hagamos lo que hagamos volvemos a lo mismo. La alta mística, el arte, la filosofía y todo lo que de alto tiene el Ser Humano tiene que ver con la pareja, sea para hacerla, que es lo más difícil, o para trascenderla, que tampoco es fácil, pero es más sencillo cuando ya está hecha. Cuando no está hecha y vivida es inútil hablar de trascenderla. O uno se vuelve hipócrita o se hace feminista o machista con todas las secuelas conflictivas que eso trae aparejado.
Naturalmente que es mucho lo que puede decirse para proponer teorías, fórmulas o soluciones milagrosas, como se ha venido haciendo desde el comienzo sin principio y se hará hasta la consumación sin fin, porque el asunto de la pareja es algo personal, y como cada cabeza es un mundo, dentro de la unidad de la diversidad, no hay soluciones universales, a pesar de que hay muchas convencionales que se vienen aplicando en forma limitada y limitante dentro de la realidad histórica de la vida.
Conviene revisar, aunque sea someramente, lo que se sabe sobre los orígenes sin principio ni fin de la pareja. Comencemos por el Universo la unidad que se hace diversidad y la diversidad que retorna a la unidad generando el Rit, el Ritmo, el Ritual del Universo, de la vida y de la muerte, de lo femenino y de lo masculino, de la expansión de la unidad hacia la diversidad y de la contracción de la diversidad hacia la unidad. La unidad, dicen los místicos, se secciona, se divide en dos para contrastarse, compararse y tener conciencia de si misma, sin dejar de ser unidad sin principio y sin fin, o sea, que se hace Trinidad, o Trimurti tanto en el Oriente como en el Occidente. A partir de aquí la lógica da el paso a la paradoja y las palabras ya no alcanzan a decir nada preciso. Sin embargo, los científicos elaboran teorías con nombres como Big Bang y Agujeros negros, y los Iniciados Reales, montados a caballo entre el lenguaje científico y el religioso, hablamos de la Ley de Equidad, de la acumulación de experiencias entre la unidad y la diversidad con el nombre de Alma y de la Conciencia como producto del Alma y centro entre el Potencial Puro del Ser como Verdad, y de su manifestación Realidad en Espacio y Tiempo, con la cual se dinamiza por polarización y se crea y se recrea en la diversidad sin dejar de ser unidad, lo mismo que la pareja humana, hecha a imagen y semejanza de su Creador, con sus tres seres distintos en el Ser y sus dos versiones de hombre y de mujer.
Puentes
Tú y yo
Y el Universo
Somos una sola Verdad
Que se está conociendo
En la Magia de la Realidad
Notas
Dicen los místicos, con diferentes palabras y mitos, que en el principio el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de bondad. Los científicos, en términos generales, están de acuerdo en que todo gira entorno a un centro y que los centros se asocian electiva y selectivamente en conjuntos y en conjuntos de conjuntos que forman centros mayores. Así, la unidad es el conjunto de todos los centros de la diversidad, o sea, el Universo, que se refleja en lo Humano como Genoma, es decir, como el individuo y centro de incontables centros celulares que se crean y se recrean dentro de sus propios centros y constituyen un centro mayor que es el individuo. Los Iniciados, en lo Sagrado y lo Real, hablamos del Potencial Puro del Ser, como Verdad sin principio y sin fin, que se manifiesta como espiralidad centrípeta, como forma en Espacio y se equilibra dinámicamente por espiralidad centrífuga como Tiempo.
En este orden, la Mujer representa la manifestación del Ser por espiralidad centrípeta como Amor, contracción y forma, y el Hombre como Libertad, expansión y Tiempo. El mito místico representa a Adam como unidad que se sexualiza como Adán y Eva, y ambos toman del fruto del árbol de la ciencia del Bien y del Mal y se comparan como dos partes de la unidad y adquieren experiencias que les dan características distintivas de masculino y femenino, y la noción de desnudez, o sea, inocencia o ignorancia de si mismos. Por eso pierden el Paraíso, y entran en la Realidad para adquirir la conciencia de ser un solo Ser sin dejar de ser hombre y mujer.
Ese es el sentido de la Pareja: hacer conciencia física de si mismos, por dolarización sensorial; por conciencia moral, ética y estética, por la activación de sus energías y sentimientos y valores; por conciencia intelectual, racional, por su complementación con el plan cósmica de la vida; y por conciencia mística, espiritual, por Amor y respeto a la Libertad, y por la libertad con respeto al amor, con equidad dinámica, como base para adquirir la conciencia trascendental de ser un solo Ser sin dejar de ser un hombre y una mujer, lo cual es la Iluminación, o Tierra Prometida, para esta dimensión del Universo.
Sat Arhat Josè Marcelli
www.redgfu.net/jmn
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domingo, enero 23, 2005
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