Cartas
Los Buenos tiempos de los Ashrams de la RedGFU – suspiro – pues estos son. Gente desperdigada entre los matorrales al amanecer. Una que otra tienda de campaña. Una fogata para calentar bebidas o secar calcetines. Gente radiante y temblorosa que se jacta de que el agua del río está ¡buenísima! para darse un baño. Madres metiendo en un lío de trapos a sus niños pequeños. Niños más grandes empeñados en atrapar a una lagartija. Adolescentes confabulados en grupos para pelear como indios y vaqueros. Adultos lanzando patadas al aire con gestos feroces. Parejas en meditación con la cara hacia el sol. Un Maestro armando su altar portátil bajo la mirada de varias mujeres que tratan de impedir que el viento le apague las velas. A lo lejos, montes azules y mugidos aislados de vacas y rebuznos de burros. La diferencia entre los tiempos viejos y los nuevos es que ahora ya tenemos la tierra y nos prestan una casa para dormir, comer y descansar. Lo demás es, más o menos, lo mismo: mucho entusiasmo y poco trabajo efectivo.
Don Martín Granillo me invitó para ver un pedazo de desierto con maleza espinosa y algunos cactos monumentales a pocos kilómetros de la Ciudad de Obregón, en Sonora.
■ ¿Qué le parece? ¿tendrá esta tierra suficiente fuerza telúrica para un Ashram?
■ Fuerza es lo que le sobra, lo que le falta es agua y mucho trabajo.
■ De eso yo me encargo. Quiero hacer un rancho al estilo de lo que propone la Fraternidad. Escoja un pedazo de tierra para hacer una Cámara de Alta Iniciación con jardines y todo lo demás. El rancho le servirá de Ashram y cubrirá los servicios de hospedaje, alimentos y salas para disciplinas.Muy bien. Este será el Ashram de Sonora. No hay que olvidar que lo haremos diferente a los otros. Será un Ashram piloto, para integrar lo más puro de la Tradición de los Iniciados Reales con las necesidades de la sociedad de producción y de consumo. Tenemos que presentar un modelo inspirador y viable para que la gente deje de hacinarse en las ciudades, y se acerque la tierra sin perder las ventajas de la tecnología y de la ciencia que hacen la vida confortable, sin mojigaterías ni excesivos sufrimientos. La idea es hacer un modelo útil para el desarrollo humano y la trascendencia.
Puentes
Una estrella
Que cruce con su luz el horizonte
Es bastante
La vida es un camino de pájaros
De ecuaciones de alas
Sobre el tablero azul del cielo
De voces de aguas
Que se escapan de las manos
Al final
El Sol recoge nuestros sueños
Los consume en su hoguera
Y los irradia en su luz
Notas
Hoy vino gente de Hermosillo, de Guaymas, de Mazatlán, de Culiacán y de Obregón. Se dedicaron a realizar disciplinas de Ashram y a limpiar el terreno. Doña Eloísa Flores, la esposa de Don Martín, dejó su trabajo profesional, sus actividades políticas y la dirección del Centro de Yoga para hacer las veces de anfitriona en su casa del rancho. Ella y Don Martín tienen el Primer Grado de Iniciación Real.
Hubo de todo lo que hay en un Ashram de la RedGFU, incluyendo un poco de lluvia y de fresco que no es común por aquí. Hablamos, trabajamos, hablamos, comimos, hicimos disciplina y hablamos hasta que se nos acabó el tiempo y todos volvieron a sus ciudades de origen seguros de que habían contribuido para la edificación del nuevo Ashram. En la tarde del domingo me invitaron los Hermanos de Obregón a inaugurar una nueva ampliación, muy acertada por cierto, de su casa. El Ambiente fue amable, corté el listón tradicional, comí pastel, tomé chocolate y conversé de los tiempos pasados.
■ Yo lo conocí a usted en Machu Picchu – dijo Don Martín Granillo – con la capucha de la capa echada sobre la cabeza y luego lo vi quitarse la capa para dar un abrazo al Maestro Domingo Días Porta, como lo pedía la Hermana Carlota, mientras le decía que se lo daba como hombre y no como Iniciado.
■ ¿Y cómo fue que no le dio el esquinazo a la GFU después de lo que vio ahí?
Ya lo ve usted, aquí estoy.
Sat Arhat José Marcelli
www.redgfu.net/jmn
sábado, enero 22, 2005
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