Cartas
A partir de la Unidad, que se manifiesta en dualidad – la Triunidad – la alternancia de las dos secciones de la unidad, se dinamizan como realidad. La interacción del Macrocosmos con los Microcosmos y de los Microcosmos con el Macrocosmos acentúan alternativamente la acción de unos y de otros. A eso se deben las Eras Cósmicas. Por ejemplo, la Era de Piscis fue pasiva, femenina y mística, entre otras cualidades; Acuarios es activa, masculina y sabia. Entonces, lo que fue oculto, amoroso y sufriente, es ahora abierto, liberal y jubiloso. Esto no minimiza las cualidades activas o pasivas, sino que las actualiza, las eleva y les da oportunidad de integrase en una síntesis que abre el camino hacia la Matesis, hacia la vivencia de la Iniciación Real.
Esta alternancia también se da significativamente en los Maestros que guían el proceso de la Iniciación Real. Por ejemplo, el último de los grandes Maestres de la Era de Piscis preparó y transmitió al más idóneo de sus discípulos los conocimientos, las claves y los medios de experimentación trascendental del acervo de su Era, para que los actualizara y les diera aplicación práctica, de acuerdo con el cambio cósmico de Acuarius, reflejado en el proceso histórico de la Humanidad, donde la Ciencia y la Religión volverán a unirse, como sucede cada vez que el Sol activa alguno de los brazos de la Gran Cruz Cósmica, que sirve como emblema a los Iniciados. Este es el trabajo del Maestre – del Maestro de los Maestros de la Nueva Era. Sin embargo, no todos sus discípulos logran captar totalmente el sentido del cambio e insisten en mantener valores de los ciclos anteriores. Eso genera contradicciones que tienen que ser superadas por otros discípulos, que instrumentan el cambio de acuerdo con el Orden Cósmico y el proceso social presente.
La alternancia de los polos exige una línea de desarrollo ejemplar, un Linaje, con puntos de referencia vivientes, no solamente teóricos, que deben de asumir los nuevos Maestros. Para que esto se dé, el Maestre instruye a su discípulo más idóneo, y él, por su parte, agrega a lo que recibe sus propios descubrimientos y prepara a su mejor discípulo para que avance y enriquezca la Tradición y, a su tiempo, la entrega a su mejor discípulo, siguiendo una Línea de primogenitura que se respeta en los más ínfimos niveles de la Iniciación tanto como en sus altas expresiones.
Puentes
- ¿Cómo me encontró a mí? – me preguntó Don José Manuel Estrada
- Yo no busco a un Maestro, busco a un hombre que sea feliz, pero no lo he encontrado
- ¿En qué consiste la felicidad de ese hombre?
- En saber porqué ha nacido y porqué tiene que morir. He descubierto que nadie lo sabe
- ¿Está usted seguro?
Me pareció extraña su pregunta y lo miré a los ojos
- Sí estoy seguro
Nos seguimos mirando sin decir nada hasta que la luz roja del semáforo cambió.
Arranqué el auto y, sin mirarlo, agregué:
- A menos que sea usted
- Si, así suceden a veces estas cosas – dijo, mirando hacia adelante. Yo también buscaba a un Hombre y un día lo encontré en la persona del Doctor Serge Raynaud De La Ferriere.
Notas
Este mes lo estoy dedicando a trasmitir al Gelong Don Juan Carlos Ortiz todo lo que yo recibí del SHM y algo más que he encontrado en mi camino. Los recuerdos de mi experiencia al ser investido como Guru afloran por todos lados. No es lo mismo y tampoco es otra cosa lo que tendrá que vivir el nuevo Maestro. Él es un académico con varios títulos y éxito profesional. Yo era autodidacta, lo mismo que el Hermano Mayor. Para él será más fácil entender y vivir la relación entre la Ciencia y la Religión que exige la Era de Acuarius. Tendrá que renunciar definitivamente a todo porque tiene a qué renunciar, incluyendo a su familia, sus autos y sus pacientes. Él sabe porque lo hace y yo también, con la diferencia de que yo no quería ser Guru y él si.
Fue una noche lluviosa, después de una correría por el interior de Brasil, cuando me enteré de que el SHM me había exaltado para el grado de Maestro, me sentí molesto y me propuse que al volver a México le pediría que me relevara del asunto.
- Maestro, yo no quiero ser un Guru mediocre, prefiero ser un buen Gelong.
- El trabajo tiene que seguir y a usted le toca.
- ¿Por qué?
- Porque está ahí y tiene que cumplir la función que le corresponde.
Lo que siguió me parece ahora ficción, pero es una es una realidad que se reafirma noblemente.
VSA José Marcelli Noli
http://www.redgfu.net/jmn
lunes, septiembre 27, 2004
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